Como la mayoría sabéis, al menos los seguidores de este blog, estuve tres días en Zaragoza, invitado por los de "de vuelta con el cuaderno", a la jornada de puertas abiertas de la ACADEMIA GENERAL MILITAR" Aprovechando la estancia, pasé un par de días más en esta ciudad. Antes no he bajado este post, porque una semana antes estuvo nuestra compañera ladrona Carmen Diaz, que ya nos deleitó ilustrando brillantemente su estancia, con dibujos en el cuaderno de viajes.
Con mi primera entrada, quiero mostraros el magnífico cuaderno que me regaló y dedicó, nuestro ladrón y amigo Antonio Maestro, artesanalmente construido. Muchas gracias!
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Rápidamente el día de mi llegada, fuí a dar una vuelta por Zaragoza para estrenarlo.
Dibujé esta hermosa y clásica imagen del puente de Piedra con la silueta del Pilar al fondo, mientras los mosquitos me acribillaron de picadas cruelmente. Se trata del Kilómetro CERO, de Zaragoza a París. Llaman así este punto, tras la derrota sufrida por las tropas Napoleónicas, después de una heroica defensa de la ciudad, al marchar, con el rabo entre piernas, desde este lugar a París.
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Estuve alojado frente al Mercado Central (1903), lo dibujé.
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Entrada del Mercado Central, mientras esperaba a Antonio que me llevaría a la Academia.
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Una calle que casi me tengo que poner de lado para circular por él, de tan estrecha que es, en el centro de Zaragoza. Me hizo gracia y en un plis-plas, la dibujé.
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El último día estuve toda a mañana en La Aljafería (os recomiendo la visita). No quise marchar sin hacer un dibujo de su interior. Creí volverme loco con tanto arco "polilobulado" y encima dibujarlo en perspectiva. Joer, qué complicados eran esos moros!!! Una maravilla!!!
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Claro, no podía faltar. Aquí en Zaragoza no hay barcos... pero sí bares, con mucho carácter. Antonio me llevó a uno y lo dibujé mientras gozaba de un pacharán (sale en la foto).
No muestro el dibujo en este post, porque me falta darle un poco de color.
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En la Academia Militar, en el comedor del Príncipe, con todo el Mando Mayor y autoridades, nos ofrecieron un refrigerio, con brindis del General. En él, había personas ataviadas de hace 90 años, que fué cuando se inauguró éste centro, que aproveché para dibujarlas. En esta invitación, aparte de nuestro amigo Antonio Maestro, estaban Fernando Abadía, Urumo, con su hijo mayor y unos cuantos que en otros encuentros ya coincidimos, mi mujer y yo. Total éramos unos 20 invitados, que nos atendieron de maravilla.
Una hermosa e interesante jornada, con exhibición de paracas, equitación, marchas, demostraciones, concierto, la jotica cantada y bailada, y buen aperitivo.
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En un cuaderno tipo acordeón, que nos regalaron a los participantes cuadernistas, hice varios dibujos y acuarelas. Os muestro el de la entrada principal de la Academia.
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Todo en cuadernos.