Cedro
En la Península se encuentran tres
especies: el cedro del Atlas, del Líbano y del Himalaya aunque son muy
parecidos.
Algunos escritores antiguos como
Plinio, Dioscórides o Teofrasto lo confundían con el enebro.
Su aromática madera se ha usado para
la construcción de barcos, vigas, traviesas, postes, estatuas, lápices,
palacios, templos, se cree que con él se
construyó el de Salomón así como puertas
como las del templo de Apolo en Delfos.
Su aceite esencial se ha usado en cosmética,
con múltiples propiedades para el cuidado de la piel y el cabello.
Es citado en varios pasajes de la
Biblia como en “El cantar de los
cantares” y “el Libro de los Reyes I”.
Se creía que el humo de quemar su
madera desinfectaba el aire e incluso curaba la lepra.
Lamartíne cita en su “Viaje a
Oriente” siete cedros milenarios del Líbano
descritos por el profeta Ezequiel en el Antiguo Testamento.
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Bravo José, Una magnífica descripción de esta pinácea que todos conocemos. Incluso decoran en nuestras casas como árbol de Navidad. Verdad, José?
ResponderEliminarUna lección más de botánica!!!
Un abrazo.
Perfecta la exposición y el dibujo. El cedro me trae recuerdos de la lámina aromática de madera de las cajas de puros habanos.
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