Hoy es Sant Medir y me he encontrado con la cavalgata sin buscarla por lo que he podido dibujar muy poco ya que cuando he sacado los bártulos del bolso, a los caballos solo se les veía la grupa y quedaban los camiones con las pandillas y músicos....
Para los que desconocéis la historia.... En el barrio de Gràcia había un panadero que estaba enfermo y prometió ir en romería a Sant Medir, ermita cercana a Barcelona en la Sierra de Collcerola. Se puso bien y allí que se fue. Pero para que la gente se enterara (no había facebook, ni twitter), alquiló a un par de músicos para que lo acompañaran y elaboró caramelos en su obrador que fue repartiendo por el camino.
Al año siguiente, repitió acompañado de familia y amigos. Cada vez se sumó más gente a la romería creándose distintos grupos incluso en otros barrios. Y así hasta hoy.
Los romeros pasan por calles muy estrechas lanzando caramelos, bastante peligroso porque los niños se lanzan a recogerlos y nunca olvidaré, por años que pasen, cuando tuve que sacar a mi hijo de entre las patas de un caballo. Lo mejor, los que cuelgan del balcón paraguas abiertos para que se llenen de caramelos.
Vixca Sant Medir!!
ResponderEliminarEn lugar de a pedradas a caramelazo limpio, es mas dulce.
EliminarPues me gusta ese apunte narrativo del momento "patas y paraguas" que, pese a los invconvenientes, has conseguido, jeje... aunque mi favorito sea ese primero de gente hecha de pinceladas.
ResponderEliminarLa historia de Sant Medir es interesante, pero me aterra la idea de esas calles estrechas con los caballos -a su lado soy muy consciente de mi pequeñez, jiii- y los niños acudiendo sin pensar a por los caramelos... Aquí, debido a la lluvia, nos hemos quedado sin desfile de carnaval, y la cosa no mejora... Mucho me temo la única procesiónnque tengamos, si el tiempo no lo impide también, sea la del entierro de la sardina...
Abrazotes (Marzo, haciendo honor al refrán ha comenzado ventoso... ais...)
Margarita, menudo disgusto te vas a llevar com la defunción de la pobre sardina,
Eliminarya me lo imagino..., tan amante de los animales y tener que presenciar la crónica
de una muerte anunciada. Y si la enterráramos vivita y coleando ??... No!, esto
sería una atrocidad, Menudo dilema nos plantea la CUARESMA.
Margarita, el entierro de la sardina me trae muy buenos recuerdos. Mi madre hacía unos vestiditos con retales para los arenques que llevábamos colgando de una caña y un cordel y ya tienes a la chiquillería del barrio correteando por la riera (vivíamos en un pueblo) buscando un lugar donde enterrar la sardina y merendar.
EliminarJa,ja, Fernando, para aliviar el dolor de "esa muerte anunciada" me estoy zampando dos profiteroles rellenos de crema y dos pastitas de anís, todo ello caserito que, modestia aparte -bastante aparte- están de muerte. Pero mañana, mucho me temo que caeré en las garras de la carne: de pollo, por más señas; blanca, ligera y... barata, jiii... y con el plus añadido de que, llegado a mí, el pobre animal premuerto por sicario diferente a mi escuálida mano, aliviará bastante mi conciencia. Al susodicho cadáver, una vez troceado y salteado a vivo fuego, añadiré una salsita con cebolla, algún licor espirituoso, ciruelas y almendra que, con toda probabilidad me harán olvidar tanto la insipidez del finado, como el horroroso y mecánico proceder del sicario bla, bla, bla... Por otra parte, la cuaresma no mermará un ápice mi afición al cerdo y los dones preciados de su abnegado sacrificio, bla, bla, bla...
EliminarAbrazotes
Antes muerta que sintética
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Ais, sí, qué buenos recuerdos. Ahora la cosa es mucho más elaborada y artificiosa, incuso se empeñan en que sea ecológica. Aquí la pobre sardina en su ataud acaba arrojada al río Duero desde uno de sus puentes. Digo yo, que, bajando desbordado, y con gran fuerza, como baja estos días, puede que este año la finada puede que acabe "el viaje" en Portugal... je, je...
EliminarTe reabrazo
Cuanta vida, VIVA, hay en tus obras.
ResponderEliminarEl dibujillo de la cavalgata de Sant Medir, cuenta toda la história,
en una viñeta sola, és como tridimensional.
Ya sabes que buena no, pero rápida si.... no había tiempo para más, iban desfilando.
EliminarMuy interesante la narración Teresa, el tercer dibujo me gusta mucho con esa composición tan descrptiva.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias Carmen. Quería decir muchas cosas en poco espacio.
EliminarMe gustan mucho los tres Teresa, también la historia de San Medir, cuánto sabían en aquella época que llamaban a los músicos para que se enterará el mundo entero...Y qué estabas en la cabalgata dibujando y pintando entre la multitud? creo que no sería capaz de aislarme para crear con tanto barullo...eres genial!!! Un abrazo..
ResponderEliminarPor la mañana, se encuentran lugares en que no hay mucha gente, por la tarde es imposible.
ResponderEliminarBesos.
Bonito y documentado post, Teresa. Y chulas esas páginas de tu cuaderno, que no iba a ser Joshemari el único que dibuja en las bibliotecas...
ResponderEliminarUn abrazo.
En esta época las bibliotecas son un lugar seguro.
EliminarY... dan para mucho!!!
EliminarBonita historia y fabulosos dibujos, hasta mañana teresa, un abrazo.
ResponderEliminarLo siento, Diego, hoy no ha podido ser, nos vemos la semana próxima.
ResponderEliminarPerdona por el retraso al comentar! me encantan estos dibujos, Teresa.
ResponderEliminarbesos
No te preocupe Susana. Yo tampoco doy abasto. Procuro ver todo lo que haceis pero comentar a veces no puedo y mas cuando estoy en el pueblo que no tengo internet en casa. Besos.
EliminarVaya, vaya Maite... estuviste por mi barrio! Pues, allí estaba yo también! Pero no siguiendo esa cabalgata de caballos y carros tirando caramelos. En mi casa, me llegaba el sonido de esos tambores. Para mi, ya no es lo que era! (eso lo decimos los mayores, je, je)
ResponderEliminarMe encanta tu descripción de la celebración de esta fiesta!! No la conocía y piensa que desde que tenía unos 10 años he estado a punto de ser atropellado por esos caballos. Mis padres, ni se preocupaban por ello. Ya salía por las calles solo, también dibujaba y cogía los tranvías para ir al colegio. Hoy, todo eso no les dejan hacer a los niños. Hay más peligros y la sociedad se ha deshumanizado. Han perdido mucho!!!! Salvo en los pueblos. Pues con los años que he estado siguiendo esta cabalgata y luego con mis hijas... desconocía esa versión que nos has dado. Gracias.
Ah, te felicito por tus dibujos.
Un abrazo.
Tienes razón, pocos caballos y mas camiones. Pero no me puedo resistir, la calle y los jolgorios me atraen. Un abrazo.
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