Tabarca

Iba a llamar a esta entrada Julio, je,je, pero dado que estamos terminando septiembre, la titulo con el nombre de la isla donde los dibujé.

La vida pasa veloz y menos mal que de vez en cuando ésta nos deja sacar el bloc, desconectar la cabeza y ponernos a dibujar... y si no lo hace, yo le digo que se espere, que ahora me toca a mí ^_* Esta mañana, he hablado con ella para entrar en la cueva y volveros a saludar... ¡Espera!

Comparto con vosotros los dibujos de un domingo de principios de julio en Tabarca, una isla cerquita del Cabo de Santa Pola, la única habitada de la Comunidad Valenciana y muy bonita por ser chiquitita (1.800m X 450m) y haberse respetado bastante su habitat natural y eso está bien porque en verano puede recibir hasta 3000 visitantes diarios... Ese día, eramos no sé qué número dentro de ese 3000.

Es reserva natural y entre sus belleza tiene la Cueva del Llop Mari que tiene dos entradas contiguas con acceso por mar y es visitable por embarcaciones pequeñas, con un recorrido de 100 metros. Según la leyenda popular es el refugio de un horrible monstruo marino, de cuerpo liso y viscoso con boca armada de dientes de diferentes tamaños y formas, al cual persiguen los tabarquinos por las noches.

Sofi y yo, la recorrimos nadando... No lo vimos, imagínate que nos lo hubiéramos encontrado.

A la hora de comer, fuimos a "La Gloria" uno de los restaurantes que hay en la playa... Mientras que esperábamos, decidí sacar mi cuaderno y dibujar a los que allí estábamos sentados... No pude dibujarlos a todos...

Mi sobrina Alejandra, al ver que sacaba mi estuche y cuaderno, se fue acercando hasta que acabó sentada encima dibujando sobre mi cuaderno. Como recompensa, a mí y a Sofi (a la derecha) nos hizo con los ojos diferentes. Según ella, esas líneas como montañitas que son los ojos, significaba que eramos libres. Los de los ojos en cruz debían estar atrapados, je,je... la verdad es que para mis adentros, se lo agradecí...

Después de comer, las más aventureras seguimos investigando la isla y en una de las calas se me ocurrió una forma de jugar a poner su nombre...

Me la llevé de allí porque la idea le inspiró a pintar la isla entera, je,je... las uñas pintadas son cosa de ella y su abuelita, que es mi madre :)

A última hora de la tarde, cogimos de nuevo una tabarquera de vuelta a Santa Pola...

Prometo volver pronto...

Un abrazo fuerte para todos.

Dolça