Dentro de las incongruencias de la relatividad de la información, y a la
falta de criterios absolutos sobre un hecho de la realidad, y por la
predisposición a aplicar la ley del “embudo” para todas los actos y
circunstancias, mostraré una obra (al oleo) que inicié cuando empezó la segunda
guerra del golfo (con la caída de Sadam), ante las definiciones de la casi
totalidad de los “medios”.
Tomé como modelo de referencia los fusilamientos del 3 de mayo y los
apliqué a las circunstancias de aquel momento; y valoré los calificativos que
se hacían de los iraquíes de la resistencia; definidos como terroristas, y/o insurgencia,
etc… calificativos que seguramente serían similares a los empleados en 1812 por
la prensa “patriota” francesa en el
momento de la invasión realizada por Napoleón, pero muy diferentes de los
utilizados por el pueblo español y por los demás países libres del mundo (en aquel
momento libres de los franceses)