Salidas por los bares y bodegas

Esta es una acuarela hecha en mi cuaderno bcn, a doble página desde un banco de la Plaza de la Universidad de Barcelona. Antes ya había pintado una acuarela,  no expuesta aquí, por no ser ni cuaderno ni boceto. Está dibujado a pluma con tinta negra permanente y coloreado, in situ.

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A continuación mi Ilustre amigo y yo, fuimos como casi todos los martes a dibujar una de esas bodegas que llevo años dibujando y expongo en otro blog.

Esta es la bodega Can Salvá, centenaria y en pleno Barrio Chino, que llaman El Rabal.

Al entrar, vimos una mesa grande llena de parroquianos jugando al dominó y otros de pié contemplando la partida. Eran personajes muy especiales, rudos, trabajadores, parados y viejos campesinos emigrados a esta tierra y que chapurrean medio en castellano (generalmente andaluz) y medio en catalán, creando un idioma especial,  gente del barrio de toda la vida. Lo primero que hice es dibujar estos personajes tan especiales en su partida y luego los encajé en el local. Este dibujo es el que hice, a falta de añadir los textos manuscritos que suelo poner y pintarlo con acuarela.

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Posteriormente, mientras dibujábamos les entró la curiosidad de lo que hacíamos y se interesaron en el tema, reconociéndose y a grandes carcajadas. Se oía aquello de : "manolo, mira qué guapo te ha dibujado este señor!!" Ja, ja, ja! y todos se interesaban en los dibujos... pero sin perder atención a la partida. La cocinera y dueña se sentó con nosotros y fueron desfilando algunos parroquianos que hicieron de modelo.

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Había uno llamado "el Tento" que su familia lo trajo en silla de ruedas, lo instaló en una mesa, con su cafecito y una copa de coñac y ahí estuvo todo el rato, ajeno a los demás, con su pitillo en la boca, sin decir nada y de vez en cuando daba cabezaditas. Delante mío se sentó otro, no parroquiano...  Bastante peculiar, todo un personaje, que también dibujé! pero eso sí, de frente y no de lomos.

Ah, se me olvidaba: al lado de la máquina tragaperras, había otro elemento que dibujé y pregunté su nombre,  me contestó: "pon el maricón de la Unión Europea" Le dije que me parecía un poco fuerte, pero insistió que pusiera ese nombre. Pues na. Se lo puse tal como él quería.

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Terminamos casi abrazándonos todos y la "Mastresa" nos preparó un buen plato de butifarra con secas (butifarra con alubias blancas, pasadas por la misma sartén donde se ha  hecho la butifarra) Y antes, un cocido de lentejas como las que se tomaban en los pueblos. (escucha esto, Marga!)

QUÉ MARAVILLA!!