Ya está aquí

Pues ya está aquí mi cuaderno. Un hermoso cuaderno que me encontré en casa a la vuelta de un viaje. Unos días de reposo para verlo y disfrutarlo con detenimiento. Porque es para disfrutarlo.
Empezando por el cuaderno en sí, o en yes para los angloparlantes. Me encanta el papel al agua, ese papel artesano, marmoleado, hecho a mano, distinto de hoja en hoja... Pues eso es lo primero que veo. Una hermosura.

Dentro, en papel negro y plateada caligrafía, una cariñosa carta que demuestra que mi ladrona invisible, Àngels Prat, se ha tomado muchas molestias en averiguar qué me gusta, qué hago, qué prefiero... No ha olvidado nada, como ya se veía con la encuadernación de este maravilloso cuaderno.

   Al abrirlo, en cuidada y medieval grafía, la hermana Àngels me escribe de novicia a fraile, de cenobio a convento, desplegando su piadosa y resuelta prosa para mostrar que compartimos más que el gusto y el placer de dibujar, que no es poco. También la escritura, la caligrafía es cosa que los dos disfrutamos.

   De ahí pasamos a los dibujos. Dos hermosos y cuidados rincones ilustrados con mimo, buen trazo y armoniosos colores. Una gozada que da pie a un cuaderno difícil de continuar.

   Dibujos y escritos sobre un papel maravilloso en cuadernillos cosidos a mano.
   Queda disfrutarlo y conservarlo entre los buenos recuerdos de las buenas personas que uno va conociendo mejor gracias a estos intercambios y al encuentro de Cuenca, que también compartimos. En este cuaderno están casi todas las cosas que me gustan. Sólo le falta música. El vino ya lo pongo yo, para brindar por mi amiga ahora visible que tanto tino ha tenido en el regalo que ha elaborado y me ha hecho llegar.
  Muchísimas gracias y un fuerte abrazo, querida Àngels.