Pobrecitos.....sin saber su destino. Por mí que no se preocupen estos animalitos, que yo prefiero ensalada y pescadito plancha o similar. Ya me lo dicen mucho......tú siempre haciendo la contraria. Un abrazo querido Fernando.
Que bueno que tu contraria al pensar general sea lo bueno, normalmente cuando te dicen raro, o contradicente, te estan alabando, que raros son los demás.... BEEE....beeee, beeee, siempre están en la estación, y hay que estar en el tren.
Me pillan los borregos en manos de mi peluquera... Mientras ella trasquila, que no esquila, y atusa mis imposibles rizos, por cierto más deshidratados y más que los campos de Sigüenza en agosto a la hora de la siesta, medito... (sobre la sequedad de mis rizos, sobre el estío y sus estragos, sobre los eriales de Castilla, ora León, ora La Mancha, ora por los borregos. Oremus). Pobres borregos, ignorantes ellos de lo que a espaldas de sus costillares -y a espaldas de sus mismísimas espaldas- se cuece (que no serán si no ellos). Ardientes campos de Castilla, eriales de Atienza y de Sigúenza, brasa viva son: arden ya -aunque septiembre sea- cual ara que espera el sacrificio. Cuánto sacrificio vacío, si bien este llenará buenas panzas... Medito mientras mi peluquera refina y atusa, tris, tris, tras, a ritmo de tijera... Siendo como es, dispuesta, ágil por demás con la tijera, creativa que te mueres, mi peluquera.... me pregunto por los borregos, por sus lanas... Jiiiii... Los veo marchando al ara, gentiles y despreocupados y entre los etílicos vahos -de espumas y lacas- el seso pierdo, la chola se me va, quisiera yo ofrecerles, ante su fatal destino, un tinte, unas capas, acaso un degradado, aunque solo un corte fuere a los borregos, a sus candorosos rizos. Qye ya que el tren han de perder, que sus vidas han de dejar... ya que han de morir, mueran dignos, limpios, qué digo, impolutos. Ya que sus rizos atrás han de mesar... ya que los han de entregar, sea a manos de mi peluquera. Pasarán a mejor vida con el mejor de los cortes. Mejor pelados que trasquilados. Justicia es que no capricho. ¿Sea pues? Pues...Sea.
Abrazotes gordotes Parto rauda, ligera con mis rizos ya mesados, a buscar cafetería, acomodo, y wifi donde navegar y mecerme y columpiarme, en una palangana de riquísimo lactocafeinado (por supuesto, para pasar este trago de la tragedia de los pobres borregos, mejor de algo dulceyesponjoso acompañado...
Es traicionera y mala el hambre, pero tanto borrego, tanto costillar, tanta espalda... comprenderán vuecencias que alguna coma me comiera, que algún paréntesis me zampara. Ello me entristece, no más que usar algún palabro -como el palabro en sí mismo- que la real no admite pero que el cuerpo pide porque -a él- le da la gana y para el cual perdón no hay, ni merece, ni pido. Pido, sin embargo, y con esto me despido, un café -con leche entera, que no es igual que una entera leche-, una napolitana rellena de crema y si acaso, mil perdones, un para... de bombones...
Balan perezosos, si, mientras el pastor, Perez, el, osa entregarlos, ellos ya lo estan, al cocinero, Juan, que en el arco de su cuchillo, no de cuchilleros, grabado tiene, sus partes, de ellos, que, metigando la hambruna, repartirán, a, cada uno y cada una, celebrando, con su sacrificio, el dibujar con buen oficio, de Sigüenza sus callejas, zampandose partes nobles, y olvidando las mollejas, pero no sufriran, lavarán sus cañerias, los expertos comensales, con destilado Pacharán, aviado con afán, o con fruteras sales, quien sabe lo que harán . No sufras por ellos, Margarita... el borrego bala que bala.... y cuando llegue a la sala... con silencio sepulcral, metido en la cazuela, consciente el pobre animal, que sabrá a gloria bendita.
Amic mossen Jaume, ja sap que la meva vocació, em porta pels sagrats camins, que vos, amb vostra santetat, m'heu guiat. Para todo el pueblo de Dios, al que testigo puso, nuestra querida Scarlett, mi agradecimiento, por facilitarme el hilo para las puntadas, que Vd. se digna nombrar en su santo comentario, sin duda alguna, extraido de su Breviario. Que el Señor guie sus pasos sobre la tierra de los cuales ha de responder el cielo, no yo.
Pobrecitos.....sin saber su destino. Por mí que no se preocupen estos animalitos, que yo prefiero ensalada y pescadito plancha o similar. Ya me lo dicen mucho......tú siempre haciendo la contraria. Un abrazo querido Fernando.
ResponderEliminarQue bueno que tu contraria al pensar general sea lo bueno, normalmente cuando te dicen raro,
ResponderEliminaro contradicente, te estan alabando, que raros son los demás.... BEEE....beeee, beeee, siempre
están en la estación, y hay que estar en el tren.
Me pillan los borregos en manos de mi peluquera... Mientras ella trasquila, que no esquila, y atusa mis imposibles rizos, por cierto más deshidratados y más que los campos de Sigüenza en agosto a la hora de la siesta, medito... (sobre la sequedad de mis rizos, sobre el estío y sus estragos, sobre los eriales de Castilla, ora León, ora La Mancha, ora por los borregos. Oremus).
ResponderEliminarPobres borregos, ignorantes ellos de lo que a espaldas de sus costillares -y a espaldas de sus mismísimas espaldas- se cuece (que no serán si no ellos). Ardientes campos de Castilla, eriales de Atienza y de Sigúenza, brasa viva son: arden ya -aunque septiembre sea- cual ara que espera el sacrificio. Cuánto sacrificio vacío, si bien este llenará buenas panzas...
Medito mientras mi peluquera refina y atusa, tris, tris, tras, a ritmo de tijera... Siendo como es, dispuesta, ágil por demás con la tijera, creativa que te mueres, mi peluquera.... me pregunto por los borregos, por sus lanas... Jiiiii... Los veo marchando al ara, gentiles y despreocupados y entre los etílicos vahos -de espumas y lacas- el seso pierdo, la chola se me va, quisiera yo ofrecerles, ante su fatal destino, un tinte, unas capas, acaso un degradado, aunque solo un corte fuere a los borregos, a sus candorosos rizos. Qye ya que el tren han de perder, que sus vidas han de dejar... ya que han de morir, mueran dignos, limpios, qué digo, impolutos. Ya que sus rizos atrás han de mesar... ya que los han de entregar, sea a manos de mi peluquera. Pasarán a mejor vida con el mejor de los cortes. Mejor pelados que trasquilados. Justicia es que no capricho. ¿Sea pues? Pues...Sea.
Abrazotes gordotes
Parto rauda, ligera con mis rizos ya mesados, a buscar cafetería, acomodo, y wifi donde navegar y mecerme y columpiarme, en una palangana de riquísimo lactocafeinado (por supuesto, para pasar este trago de la tragedia de los pobres borregos, mejor de algo dulceyesponjoso acompañado...
Es traicionera y mala el hambre, pero tanto borrego, tanto costillar, tanta espalda... comprenderán vuecencias que alguna coma me comiera, que algún paréntesis me zampara. Ello me entristece, no más que usar algún palabro -como el palabro en sí mismo- que la real no admite pero que el cuerpo pide porque -a él- le da la gana y para el cual perdón no hay, ni merece, ni pido. Pido, sin embargo, y con esto me despido, un café -con leche entera, que no es igual que una entera leche-, una napolitana rellena de crema y si acaso, mil perdones, un para... de bombones...
ResponderEliminarBalan perezosos, si, mientras el pastor, Perez, el, osa entregarlos, ellos ya lo estan, al cocinero,
ResponderEliminarJuan, que en el arco de su cuchillo, no de cuchilleros, grabado tiene, sus partes, de ellos, que,
metigando la hambruna, repartirán, a, cada uno y cada una, celebrando, con su sacrificio, el
dibujar con buen oficio, de Sigüenza sus callejas, zampandose partes nobles, y olvidando las
mollejas, pero no sufriran, lavarán sus cañerias, los expertos comensales, con destilado
Pacharán, aviado con afán, o con fruteras sales, quien sabe lo que harán .
No sufras por ellos, Margarita... el borrego bala que bala.... y cuando llegue a la sala...
con silencio sepulcral, metido en la cazuela, consciente el pobre animal, que sabrá a gloria
bendita.
Tienes una vocación de escritor que no conocia.
ResponderEliminarY en este dibujo veo que no das puntada sin hilo.
Amic mossen Jaume, ja sap que la meva vocació, em porta pels sagrats camins, que
Eliminarvos, amb vostra santetat, m'heu guiat.
Para todo el pueblo de Dios, al que testigo puso, nuestra querida Scarlett, mi
agradecimiento, por facilitarme el hilo para las puntadas, que Vd. se digna nombrar
en su santo comentario, sin duda alguna, extraido de su Breviario.
Que el Señor guie sus pasos sobre la tierra de los cuales ha de responder el cielo,
no yo.