Trío de entradas, que la ocasión
lo merece. Creo que los blogs comunitarios en que publico pueden compartir, por
vez primera para mí, un mismo contenido; no estará de más que los tres se
reflejen en llantas, manillares y gente de buen rollo, que muestren la ciudad
amable que puede ser Valencia, cuando esta urbe se aleja del fasto nefasto y
pedalea humilde, con modestas iniciativas, a rueda de pequeños comercios y
gente cabal. Cuando Valencia canta sostenido y sostenible durante un día, como lo
hizo maravillosamente, Rafael Alberti:
A los cincuenta años, hoy, tengo una bicicleta.
Muchos tienen un yate
y muchos más un automóvil
y hay muchos que también tienen ya un avión.
Pero yo
a mis 50 años justos, tengo sólo una bicicleta.
He escrito y publicado innumerables versos.
Casi todos hablan del mar
y también de los bosques, los ángeles y las llanuras.
He cantado las guerras justificadas,
la paz y las revoluciones.
Ahora soy nada más que un desterrado.
Y a miles de kilómetros de mi hermoso país,
un cuadernillo de hojas blancas y un lápiz
corro en mi bicicleta por los bosques urbanos,
por los caminos ruinosos y calles asfaltadas
y me detengo siempre junto a un río
a ver cómo se acuesta la tarde y con la noche
se le pierden al agua las primeras estrellas.
2
Es morada mi bicicleta
y alegre y plateada como cualquier otra.
Mas cuando gira el sol en sus ruedas veloces,
de cada uno de sus radios llueven chispas
y entonces es como un antílope,
como un macho cabrío, largo de llamas blancas,
3
¿Qué nombre le pondría, hoy, en esta mañana,
después que me ha traído,
que me ha dejado sin decírmelo apenas
al pie de estas orillas de bambúes y sauces
y la miro dormida, abrazada de yerbas dulcemente,
sobre un tronco caído?
Carlanco de los bosques.
Telaraña encendida de los silfos.
Rosa doble del viento.
Margarita bicorne de los prados.
Cabra feliz de las pendientes.
Eral de las cañadas.
Niña escapada de la aurora.
Luna perdida.
Gabriel arcángel.
La llamaré con este frágil nombre.
Porque son sus dos alas blancas la que me llevan,
anunciándome al aire de todos los caminos.
4
Yo sé que tiene alas.
Que por las noches sueña
en alta voz la brisa
de pata de sus ruedas.
Yo sé que tiene alas.
Que canta cuando vuela
dormida, abriendo al sueño
una celeste senda.
Yo sé que tiene alas.
Que volando me lleva
por prados que no acaban
y mares que no empiezan.
Yo sé que tiene alas.
los cielos de la ida
ya nunca tendrán vuelta.
Balada de la bicicleta con alas
Rafael Alberti. El Puerto de Sta, María (Cádiz), 1902-1999
Fotografías de mi amigo Manuel González Constante.
Urumo, Menuda entrada, poesía, tus maravillosos dibujos, fotografías... Es que tiene de todo y bueno. Tambien me gustan los escarpines. Hay mil y un detalles que voy descubriendo al mirar.
ResponderEliminarAbarkas de mi tierra verde (antes de que te lo diga nuestro querido Joshemari). Besos, Teresa.
ResponderEliminarGracias por la información, son preciosas.
EliminarUna gran oda a la bicicleta!! Tanto la balada de Alberti como tus fantásticos (como siempre) dibujos. Te felicito.
ResponderEliminarQué ambiente más hermoso... qué bellos recuerdos... Estuviste con bici? Con abarkas? Je,je.
He estado un buen momento viendo la Clasic Ride 2014 de Valencia por Internet. Fantástica!
Echo a faltar, al menos no he visto en las fotos, la clásica bici del afilador. Conozco el único afilador de Barcelona con bici. Una bici de unos doscientos años que han pasado de padres a hijos. Le dediqué, en su día una página en este blog.
Te felicito por haber despertado en mi, la ilusión de este evento de Valencia. He disfrutado un buen rato.
¡Qué bueno, el afilador! No, no estaba. Hubieron fotógrafos ambulantes, aprendiz de panadero, libreros, estanco de trasportín, acarreo de flores, verdura, botellas, niños, las imprescindibles y maravillosas bicicletas de La Casa de L'Orxata, y ¡hasta un taller de encuadernación portátil! Ha sido su segunda edición, pero va a más. Por cierto que, en pleno centro, un grupo de turistas franceses me estuvieron diciendo algo... digo yo que les resultaría familiar ;-) ¡Ah! Y en la funda de cuero ya no hay una escopeta, que es mi silla de cuadernista.
ResponderEliminarViva la Résistance, mais... la résistance du papier!! Un abrazo Joshemari.
Ahora veo que el vasco de la txapela, abarka, camisa amplia y txaleko eres TÚ!!!!
ResponderEliminarEstás fenómeno!!!
Admirando tus cuadernos-joya, me situo en mi realidad.
ResponderEliminarEsto és muy comstructivo, y fomenta el esfuerzo. Muchas grácias
molan tus dibujos...y las abarkas!!!!
ResponderEliminarBueno, Fernando, una retro-realidad ¡pero preciosa! Dibujar bicis es tan difícil que... mejor llenarlo de gente. Iba todo muy rápido, hasta la cola de la horchata, pero disfruté mucho.
ResponderEliminarQué bueno leerte por aquí, Goiricelaya ;-)
Un abrazo a ambos.
En mi tierra las llaman abarcas. Los dibujos chachis (paravariaryatevalemajete) y encima la bici mantiene en forma tu apolíneo cuerpo (yatevaleotravez...jiiiii)
ResponderEliminarAbrazotes, majete
Posdata: siento llegar tarde, pero es que vine andando... muajajaja (risadelocaaaa)
Pues te echaba de menos Margarita, la verdad. Y te lo agradezco, que vas en el poema de Alberti :-)
ResponderEliminarjiiiiiiiiiiiiiiii, y qué rica la horchataa, slurp
EliminarResulta apabullante cada una de las páginas de tu cuaderno, elaboradísimas, espesas, para estar horas mirando con detenimiento los detalles y rótulos, comentarios... Admirable cómo logras captar un ambiente o una situación en una serie de dibujos, con detalles de lo pequeño, de lo que habitualmente se escapa a la vista. Cada dibujo una pequeña obra de arte, por su tamaño, que no por su expresión.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Gracias José! Una minucia entre ¡300 bicicletas y algunas personas más! (que hubieron tándems y transportes) Un abrazo.
EliminarSorprendente Urumo. Buenos dibujos y parece que fue un día fantástico. Tu amigo "chapo"
ResponderEliminarMaravilloso. Si tenéis oportunidad de acceder a facebook, visitad el muro de Tweed Ride Valencia. Es un derroche de creatividad, humor ¡y bicicletas! Un abrazo.
ResponderEliminar