Todos los años, por estas fechas, visita Barcelona el CIRCO RALUY y llevo ya varios años entrando a pintar en su interior, gracias a que hace años, me presenté a uno de los hermanos, Carles Raluy y me autorizó moverme libremente por su interior.
Esta vez, decidí pintar algunos de esos carruajes históricos que forman un museo. Fue más dibujo que acuarela. Mientras estaba sentado dibujando y pintando, vino a observar lo que hacía, una encantadora muchacha, llamada Charmelle. Le interesó mucho. Le ofrecí material para dibujar, pero al rato se presentó con su hermano Benicio con todo tipo material, papel, pinturas, agua, caballete y sillitas para pintar y se sentaron a mi lado. Al poco rato, apareció su padre y su madre, trapecistas del circo, emparentados con la familia Raluy, francés él e inglesa ella y nos hicieron varias fotografías con su móvil. Algunas de dichas fotos me las envió por "Wad Chap" y son las que os enseño.
Fue una experiencia más. Esta vez con familia de artistas de circo. Todavía existen alegrías sinceras en este mundo... o al menos tengo la suerte de encontrarlos.
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Éstos, de abajo, son los tres niños pintando.
Tengo que decir que el niño pintó a base de acrílicos, una pintura magnífica y la niña, con colores y purpurina hizo una obra con una gran dosis de imaginación. Unos auténticos artistas!!Fantásticos.
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Qué momentos tan hermosos, que gracias a esta afición, se llegan a vivir.
El dibujo he decidido regalárselo a la familia, otro día que vuelva.