En la Villa de los lobos

Viernes 17:00h., Joshemari ya me había dicho que llegaríais tarde y que vuestra jornada dibujística comenzaría el sábado, por lo que el achuchón de besos y abrazos, el paseo en tren, el dibujo del palmeral y hasta el encontrarnos en el bar con más solera de la ciudad, se tendría que posponer para el día siguiente, si es que nos daba tiempo.
Me acerqué a la Calahorra para recoger mi kit de supervivencia del encuentro, saboreando mi primer helado de la temporada: una tarrina de mantecado con chocolate, que tuve que comerme debajo de un árbol en la plaza de en frente para que me dejaran pasar. Al entrar, me comentaron que Juan Llorens se acababa de marchar junto a Oñera y que me estaban buscando. Mecachis!!! Se lo llevó a dibujar a la Iglesia de San José y quedé con ellos en que me encontraría con ellos un rato después. La verdad es que entre unas cosas y otras, se me acabo haciendo unas horas más tarde y tengo que decir que me encantó que fuese así porque tuve la gran suerte de conocer a los primeros Ladrones en el lugar más indicado, el Villalobos, o como bien dijo Urumo, en la Villa de los Lobos.

Estaban todos (Joshemari, Fernando Abadia y Oñera, junto a Juan Llorens y Manolo Blasco)dibujando sin perder ojo a su cuaderno, en compañía de un patxarán.

Nos dimos como prometido, abrazos y besos, les bauticé con la acreditación de nuestro tercer encuentro, y sin perder comba, yo también comencé a dibujar...

Me hacía mucha ilusión que Joshemari, experto en bares, dibujara este y sus dueños, sobre todo las hijas estaban contentísimas... -Alucinada, estoy alucinada... Soy yo, decía sin parar la más pequeña.

Añado el vídeo de este momento en el que sobre la barra, sellaban el dibujo y seguían admirando su dibujo.

Continuará...

Hoy estoy que no estoy, los recuerdos del fin de semana se me pasan por la cabeza, sin orden ni cesar...

Dolça