Uno: Me encantaría, a tenor de lo leído en el artículo de Marga Cabrera publicado en la revista Yorokobu -leerlo aquí-, que algún día pudiera llegar a ser... una persona NORMAL.
Yo y mi otro yo -el de arriba-, lo suscribimos.
Dos: Tremenda sorpresa la llevada ésta mañana cuando me he puesto frente al espejo con la intención de peinarme -no se me rían, lo hago todos días- y me he encontrado con esto. Lo siguiente ha sido cruzar los brazos queriendo decir: ¡guauf!, pero efto que ef...
Tres: ¿Quién es quién?. ¿Cuál soy yo?. ¿Y mi "marida"?...
Pues si el epejo no me engaña, y como dice, esto es lo que hay... tú eres el cuarto. Hasta ahí me parece chupaooo (¿o no? Hum....) Tu esposa, la tercera, tu Fer el segundo y tu niña ¿la primera? No te creas, no es tan fácil... los dos primeros tienen una tierna e inocente mirada, pero la que he dado por tu esposa, también. ¡Leñe! ¡Buenoooo! Como soy la primera y más bocachancla del personal, pues ahí queda eso. Ahora vendrá el resto del personal y acertará .... jiiiiiiii ¡Alea jacta est!
ResponderEliminarAbrazotes
Posdata: aunque me haya equivocado, tus perretes (los dibus, of course) están para slurpar ¡Slurp!
Pues yo antes de leer el artículo, que por cierto me ha gustado mucho, te iba a decir que yo te veo muy normal, que te queda fenomenal esa cara de perro...Quién eres tú ya no lo has dejado claro, creo, cuando te has mirado esta mañana al espejo, de los demás no tengo ni la más pájara idea...je,je... Después de haber leído el artículo, te sigo viendo normal, aunque en tu trabajo habléis como los marcianos... Siempre estupendos tus dibujos, no hay ninguno feo, hasta cuando te miras en el espejo... ^_^,
ResponderEliminarMe gustan todos tus dibus, pero no sé adjudicar cada cara de perro a cada persona, y eso de dibujar a cara de perro ¿cómo se lleva? En cuanto a lo de ser normal, y a pesar de leer el artículo tampoco lo tengo claro, supongo que hay un alto porcentaje atribuido a la normalidad, por lo que los demás ven de tí y no lo que una pueda sentir en su interior, en buena medida las etiquetas siempre me han parecido superfluas, cambiantes y muchas veces hasta falsas.
ResponderEliminarAbrazo.
Hi, Fernando, but they look quite cute?! Cheers, wink, wink, Sadami
ResponderEliminar¡Qué vida más perra! También yo pierdo todas las mañanas un tiempo precioso peinándome...
ResponderEliminarUn abrazo, Fernando.
Seguro que es porque te esmeras mucho en hacerte la raya, Brad... Aisss
EliminarEso nos pasa a muchos!!! Yo solo me peino los ricitos... je, je,je!
EliminarMundo cane... Cara perro... Perro mundo... Mondo caro...
ResponderEliminarEsto es una perrada ... GUAU.!!!
Y como dice Marga. Esta Jalea Ya Está !!!! será la real que ya se ha acabado????....
Pero Ilustre, ¿qué fue de aquél latín suyo aprendido en los Jesuítas? Jiiiiii (¿será que ya entonces la suerte estaba echada? Pos qué mala suerte (o qué mala cabeza. O ambas, jejeee) Hummmm
EliminarYa te diría donde está ese latín... pero no quiero echar leña al fuego...
EliminarPues parecen hembra, macho, hembra, macho pero no importa, todos son excelentes y con cara de buenas personas.
ResponderEliminarEn fin, que más corre el galgo que el mastín...
ResponderEliminar...pero si el mastín es zanquilargo, más corre el mastín que el galgo ;-)
Fernando el bueno, porque aunque esa cara no delata bondad, sí te puedo decir que todos los de esta raza o son tontos o muy buenos. Je, je, je...!! Supongo que perteneces a los segundos.
ResponderEliminarEl dibujo muy bueno, genial el escrito de Marga Cabrera y genial tu propia interpretación ante el espejo. Pero a tu mujer, que conozco, la veo más como una gatita. Vale? Los otros, no entro!
Eres zanquilargo?
Pues... cuídate!
Bonita familia perruna.
ResponderEliminarCómo te luces dibujando perros! Guardas la altura de todos los demás dibujos.
ResponderEliminar