Para nombrar al post de ésta semana me he basado en el
artículo de Antonio Díaz –“Los libros que fuimos”, publicado en el último
número de la revista Yorokobu. En él, el autor nos cuenta que hay épocas de la
infancia y de la adolescencia en las que un libro puede moldearnos como si de
un cincel se tratara, y que más tarde, una vez ya formados como personas, los libros
afianzan y perfilan esa membrana que nos separa del mundo y que determina el
cómo nos relacionamos con él. El artículo finaliza diciendo… “somos lo que
leímos. Y sobre todo, cuando lo leímos”.
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Me toca. Cojo el testigo del anterior relevista y me pongo a correr. Al cabo de dos metros, paro pensativo y en medio de éste estadio olímpico que es Internet, me pregunto: ¿dibujo lo que soy?, o ¿soy lo que dibujo?. ¿Me perfila el dibujo a mí, o yo perfilo los dibujos?.
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¡Sí!, tremendo ya lo sé. Es similar a lo del huevo y/o la gallina, pero ya sabéis lo que me gustan éste tipo de preguntas. No filosofaré. Simplemente me limitaré a exponer datos. Sí, de esos que tanto gustan ahora pero que nada tienen que ver con los malditos ceros y unos.
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Sábado 22 de febrero. No puedo ir al encuentro del MuseoDiocesano. El día anterior nos llama mi cuñado que viene a pintar a casa. En el transcurso de esa mañana, además de apoyarle en la logística, nos comemos unos huevos fritos con jamón. En el lance de las actividades me da un tirón, apareciendo de nuevo una de mis bestias negras: “El lumbago”. Todo se había complicado. Ese día tenía previsto ir al encuentro y que Clara me diera instrucciones para lo del día siguiente en la SER, en el programa de Miguel Mena.
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Domingo 23 de febrero. Como si de un ciprés torcido por el viento se tratase, me levanto como puedo de la cama. ¡Llama a Clara y dile que no puedes ir!. Pero hombre, ya no fui ayer. ¡Cómo voy a hacer eso! –respondo-. No hago caso. A eso de las 11:10, aparece en la pantalla de mi móvil un abecedario de números –¿qué incongruencia verdad?-. Al otro lado del “aparato”: Miguel Mena.
Me toca. Cojo el testigo del anterior relevista y me pongo a correr. Al cabo de dos metros, paro pensativo y en medio de éste estadio olímpico que es Internet, me pregunto: ¿dibujo lo que soy?, o ¿soy lo que dibujo?. ¿Me perfila el dibujo a mí, o yo perfilo los dibujos?.
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¡Sí!, tremendo ya lo sé. Es similar a lo del huevo y/o la gallina, pero ya sabéis lo que me gustan éste tipo de preguntas. No filosofaré. Simplemente me limitaré a exponer datos. Sí, de esos que tanto gustan ahora pero que nada tienen que ver con los malditos ceros y unos.
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Sábado 22 de febrero. No puedo ir al encuentro del MuseoDiocesano. El día anterior nos llama mi cuñado que viene a pintar a casa. En el transcurso de esa mañana, además de apoyarle en la logística, nos comemos unos huevos fritos con jamón. En el lance de las actividades me da un tirón, apareciendo de nuevo una de mis bestias negras: “El lumbago”. Todo se había complicado. Ese día tenía previsto ir al encuentro y que Clara me diera instrucciones para lo del día siguiente en la SER, en el programa de Miguel Mena.
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Domingo 23 de febrero. Como si de un ciprés torcido por el viento se tratase, me levanto como puedo de la cama. ¡Llama a Clara y dile que no puedes ir!. Pero hombre, ya no fui ayer. ¡Cómo voy a hacer eso! –respondo-. No hago caso. A eso de las 11:10, aparece en la pantalla de mi móvil un abecedario de números –¿qué incongruencia verdad?-. Al otro lado del “aparato”: Miguel Mena.
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12:20. Tras pagar la carrera al taxista, me siento -además de torcido- un poco nervioso al ser… mi primera vez. Viene Clara, subimos, esperamos… Al cabo de un momento un vendaval viene hacia nosotros. Es Miguel, más alto de lo que le recordaba. La última y única vez que coincidí con él fue en el Pabellón de Zaragoza en la Expo 2008. A partir de ahí y durante más de una hora, escuché, hablé, dibujé, conocí, aprendía, reí y también muy importante… se me pasó el lumbago. El Quesero de Trasmoz, Los Twangs, Mikel, Eva Hinojosa, la Toponimia, nimia... quedarán atrapados para siempre en las páginas de mi cuaderno.
12:20. Tras pagar la carrera al taxista, me siento -además de torcido- un poco nervioso al ser… mi primera vez. Viene Clara, subimos, esperamos… Al cabo de un momento un vendaval viene hacia nosotros. Es Miguel, más alto de lo que le recordaba. La última y única vez que coincidí con él fue en el Pabellón de Zaragoza en la Expo 2008. A partir de ahí y durante más de una hora, escuché, hablé, dibujé, conocí, aprendía, reí y también muy importante… se me pasó el lumbago. El Quesero de Trasmoz, Los Twangs, Mikel, Eva Hinojosa, la Toponimia, nimia... quedarán atrapados para siempre en las páginas de mi cuaderno.
Yo estuve en la SER por Clara y por el Dibujo. Si no es por eso... yo no habría estado allí. Y también, si yo no hubiera estado allí, no habría podido mostraros estos dibujos. ¿Qué me decís?. ¿Soy, gracias al dibujo..... o simplemente me limito a dibujar quien soy o lo que hago?. Volviendo a releer el primer párrafo, creo que el dibujar me produce los mismos efectos que los libros a Antonio Díaz.
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Espero que la lectura de éste post no tenga el mismo efecto en vosotros que el producido a mi “marida” cuando le contaba esto mismo. Tal y como lo atestigua el siguiente "dato"...¡se quedó frita!.
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Espero que la lectura de éste post no tenga el mismo efecto en vosotros que el producido a mi “marida” cuando le contaba esto mismo. Tal y como lo atestigua el siguiente "dato"...¡se quedó frita!.
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Quien desee escuchar lo que hablamos en la radio, en el siguiente enlace a partir del minuto 36:20, lo puede escuchar: Click aquí
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Buena Cortesía
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Buena Cortesía
¿De donde sacas tiempo para todo? Jefe (en funciones) de los "Ladrones", vicepresidente en "De vuelta", tuno, currante, cuadernista, padre de familia...
ResponderEliminarLos dibujos muy buenos, amigo. Inconfundibles, únicos.
Un abrazo.
Como Oñera pienso que organizas tan bien tu tiempo como las páginas de tus cuadernos, que son preciosas e imaginativas.
ResponderEliminarEn menudo bucle filosófico te has metido. Antoñio Diaz tiene razón en lo que cuentas (no he leido el artículo). En cuanto a tu Shakespeareina pregunta, a mi entender, dibujamos lo que somos, aunque evidentemente haya feedback.
Bueno, pues yo pienso que somos lo que dibujamos... con matices.
ResponderEliminarSiento mucho lo de tu tirón. Sé lo doloroso que es eso. Alguna vez me ha pasado. Afortunadamente hace ya mucho tiempo.
No será que de tanto intentar meterte esos pantalones de tuno, hayas realizado excesivos esfuerzos y... zas... te hayan quedado secuelas?
Otra cosa: Todos solemos estar nerviosos ante esa "primera vez"... Ya me entiendes... Es lógico... pero te desapareció el lumbago. Milagro!!! Pues, eso!! Estuviste allí, como un jabato, claro, por Clara y por el dibujo y... gracias a ello, podemos disfrutar de esos maravillosos dibujos "made in Fernando" y finalmente,
Dibujas lo que eres y eres lo que dibujas!! Queda claro?
Lo de tu "marida" lo comprendo, porque la mía hace lo mismo cuando le cuento historias de dibujos...
A cuidarte!!!
Me considero mas bien como un puzle de piezas diversas, y a veces difíciles de encajar, cuyo nexo de unión serían mis dibujillos, o caricaturas que una hace de su propia vida. A estas alturas de mi trayectoria vital hay cosas cotidianas que me preocupan más y que no me dejan dormir por la noche, léanse los achaques propios de los años, la inmediatez doméstica del día a día. Con la que está cayendo me considero afortunada por seguir ilusionándome con mis chafarrinones y con que mi puñetera espalda ( no me hables de lumbalgias, por dios), sea compasiva, bueno ¡ya! que hay que ponerse al tajo y dibujarlo todo. Después de mi pedestre reflexión, sólo felicitarte por tu gran trabajo, y por mostrarnos tanto y tan bueno.
ResponderEliminarAbrazo.
Me encantan estos juegos de palabras y pensamientos...El otro día Carmen me comentaba que felicidades por esa armonía que desprende todo lo que muestro, y yo le contestaba, que cuando nada me molestaba, y sobre todo creando soy así...es decir que soy, cuando creo, armónica, tal como según ella cuentan mis dibujos... Por otra parte dicen que hay tres "Yo", lo que otros piensan que somos, lo que nosotros pensamos que somos y lo que realmente somos...¿Soy, gracias al dibujo..... o simplemente me limito a dibujar quien soy o lo que hago? o realmente ninguna de las dos cosas...je,je,je...
ResponderEliminarA mi, sobre todo una vez, me ayudo mucho un párrafo que encabezaba un libro llamado "El camino del corazón" : Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón, el que elige el camino del corazón no se equivoca nunca"...Por lo que en cierto modo es cierto eso de que "Somos lo que leímos"...Un abrazo!!! Espero que nadie se haya quedado frit@ ^_* Todavía no sé si vamos a hacer lo del skype mañana...ya me dices
Uppps con tanto pensamiento filosófico, he olvidado decirte que me encantan tus dibujos y tu manera de contar...
ResponderEliminarTambién que cuando no pensamos en el dolor, no lo sentimos...
EliminarMaravillosa entrada y como recomendabas es cuchar la SER lo he hecho y me ha gustado mucho la charla " de vuelta con el cuaderno"te felicito por tu actividad constante, un abrazo.
ResponderEliminarSi, claro, todos somos fruto de nuestra formación, si progresiva, mutántes.
ResponderEliminarEl dibujo, el arte, no es más que una forma de expresión, que usamos preferentemente, o no,
como cualquier otra. Cuantas más maneras de expresarte, poseas, debido a que tu
circunstáncia, lo ha propiciado, pués mejor, esta, y solo esta, és la riqueza, la cultura.
Comento mientras escucho la ser. Muy interesante!
ResponderEliminartus dibujos y el relato fantásticos!
un abrazo
Pues el temita se las trae. Esto es la pescadilla que se muerde la cola. No siempre he pintado ni dibujado. Esto me hace pensar en cómo era yo antes de... Y sólo puedo decir que desde que comencé a pintar mi manera de mirar y de ver cambió. Ahora no puedo mirar como antes y mi mirada me hace ver más profundamente en todos los aspectos de mi vida. Ver menudencias, reparar en lo invisible. Así que no sé si pinto lo que soy o soy lo que pinto, jeje.. Pero puedo asegurar que desde que pinto no soy exacatmente igual que antes... Incluso noto cómo esta parcela, con frecuencia, desea zamparse algunas otras más cotdianas, cosa que, evidentemente, no es posible, lo cual, no pocas veces me genera una especie de quiero (más de esta locura y menos de cuerda cotidianeidad) y no puedo un tanto ansiosocabreante que capoteo como puedo... Ais...
ResponderEliminarTras esta perorata sólo me queda decirte que me encantan estos dibus, que no he podido escuchar la entrevista, pero lo volveré a intentar, a ver si, de una vez, atino. Ais..
Y que no me extraña que tu marida se haya quedado dormida; creo que mi santo no se duerme porque es empezar temita y ponérseme en estanbay...jiiii...
Y que me alegro de que te hayas "enderezado" de lo tuyo jiii... (oyoyoyyyy eso no es lo que parece, malpensados, hombre, que de lo que estoy hablando es de su lumbago... jiii)
Abrazotes