En una de mis exposiciones me llevé varios de mis cuadernos y estuve enseñando a los más pequeños durante una visita guiada lo que eran y para que servían.
Esta fotografía es una muestra de ello
CONTAGIO (Del lat. contagĭum). 1. m. Transmisión, por contacto inmediato o mediato, de una enfermedad específica. 2. m. Germen, conocido o supuesto, de la enfermedad contagiosa. 3. m. Enfermedad contagiosa. 4. m. Transmisión de hábitos, actitudes, simpatías, etc., a consecuencia de influencias de uno u otro orden.
Está claro que los Ladrones somos de la cuarta acepción ¡Enhorabuena Álvaro!
Eso está bien. El cuaderno tiene muy buena pinta, como todo lo que haces, y seguro que a todos los que se lo enseñaste les encantó y se fueron a casa con el gusanillo de por que no probarlo. Un abrazo.
Carajo, cuando yo era niña no había estas enseñanzas tan molonas... Pues acabo de reparar en que tengo un cuaderno igualito que ese negro sin estrenar (cielos, al miedo al cuaderno en blanco se añade el miedo al cuaderno en negroooo. ¡Ay, Dios...! Conluyendo, Marga, que te vas por los cerros de úbeda. Ante la imposibilidad de volver a la infancia para disfrutar de tus cuadernos como los chavalillos de tu exposición, me agarro a la primera y tercera enmienda de Urumo. ¡Quiero contagiarme, o ser contagiada con el gérmen creativo del latrocinio cuaderneril!
Abrazotes, Pedro (no te asustes, estoy un tanto loooca, pero no es contagioso, jeje...)
Abrazotes, Álvaro: eso quise decir, jaja... qué cabeza, qué cabeza...perdona el bailecito del nombre. Cuestión de despiste, que no de locura. O sí. Hum....
Fue en una de las visitas guiadas que se organizaron durante una de mis útlimas expos y en donde me llevaron unos 80 niños y profesores. Se me ocurrió llevarme esa tarde algunos de mis cuadernos y durante la explicación iba contándoles, cambiandolo de vez en cuando que antes de empezar a pintar un lienzo, los pintores solemos hacer bocetos o incluso autenticos cuadros de la obra a realizar. Pensé que sería más didáctico que hablarle de mi trabajo expuesto sin más. Muchas gracias por vuestros comentarios
Interesante y creo que fructífera charla. Muchos creen que no hace falta saber dibujar para pintar, los que se dedican a la enseñanza lo viven. Se quiere hacer "obras de arte" por "arte de magia", una confusión bastante corriente . De muchos de vosotros he aprendido que cuanto más dibujas, más mejoras. Seguro que habrán aprendido mucho.
Magnífico, Alvaro!!! No sabes la ilusión que me hace ver estas imágenes!!! Cuanto me gustaría que todos los que se dedican a enseñar, hiciesen lo mismo que tú. Es un magnífico ejercicio, además del de la redacción. En Francia suele hacerse mucho. Es fomentar la cultura! Un abrazo, amigo!
Del diccionario de la RAE:
ResponderEliminarCONTAGIO
(Del lat. contagĭum).
1. m. Transmisión, por contacto inmediato o mediato, de una enfermedad específica.
2. m. Germen, conocido o supuesto, de la enfermedad contagiosa.
3. m. Enfermedad contagiosa.
4. m. Transmisión de hábitos, actitudes, simpatías, etc., a consecuencia de influencias de uno u otro orden.
Está claro que los Ladrones somos de la cuarta acepción ¡Enhorabuena Álvaro!
Interesante apreciación.
ResponderEliminarGracias Urumo
Eso está bien. El cuaderno tiene muy buena pinta, como todo lo que haces, y seguro que a todos los que se lo enseñaste les encantó y se fueron a casa con el gusanillo de por que no probarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un cuaderno precioso y con su gracia, desde luego....
ResponderEliminarun saludito
G E N I A L
ResponderEliminareso es ahi que enseñarles a los niños, ellos son los futuros ladrones...
Carajo, cuando yo era niña no había estas enseñanzas tan molonas... Pues acabo de reparar en que tengo un cuaderno igualito que ese negro sin estrenar (cielos, al miedo al cuaderno en blanco se añade el miedo al cuaderno en negroooo. ¡Ay, Dios...! Conluyendo, Marga, que te vas por los cerros de úbeda. Ante la imposibilidad de volver a la infancia para disfrutar de tus cuadernos como los chavalillos de tu exposición, me agarro a la primera y tercera enmienda de Urumo. ¡Quiero contagiarme, o ser contagiada con el gérmen creativo del latrocinio cuaderneril!
ResponderEliminarAbrazotes, Pedro (no te asustes, estoy un tanto loooca, pero no es contagioso, jeje...)
Abrazotes, Álvaro: eso quise decir, jaja... qué cabeza, qué cabeza...perdona el bailecito del nombre. Cuestión de despiste, que no de locura. O sí. Hum....
EliminarQue suerte tuvieron estos peques! había que verles la cara de asombro! enhorabuena por esta iniciativa
ResponderEliminarun abrazo
Fue en una de las visitas guiadas que se organizaron durante una de mis útlimas expos y en donde me llevaron unos 80 niños y profesores. Se me ocurrió llevarme esa tarde algunos de mis cuadernos y durante la explicación iba contándoles, cambiandolo de vez en cuando que antes de empezar a pintar un lienzo, los pintores solemos hacer bocetos o incluso autenticos cuadros de la obra a realizar. Pensé que sería más didáctico que hablarle de mi trabajo expuesto sin más. Muchas gracias por vuestros comentarios
ResponderEliminarInteresante y creo que fructífera charla. Muchos creen que no hace falta saber dibujar para pintar, los que se dedican a la enseñanza lo viven. Se quiere hacer "obras de arte" por "arte de magia", una confusión bastante corriente . De muchos de vosotros he aprendido que cuanto más dibujas, más mejoras. Seguro que habrán aprendido mucho.
ResponderEliminarMagnífico, Alvaro!!! No sabes la ilusión que me hace ver estas imágenes!!! Cuanto me gustaría que todos los que se dedican a enseñar, hiciesen lo mismo que tú. Es un magnífico ejercicio, además del de la redacción.
ResponderEliminarEn Francia suele hacerse mucho. Es fomentar la cultura!
Un abrazo, amigo!