He publicado la primera de esas etapas, que podéis leer, si tan poco conocimiento tenéis, en este enlace:
Primera Jornada
Para quien no quiera leer nada, por falta de interés, tiempo o ganas de tomar pesombre, aquí pongo los dibujos, los del viaje y algunos hechos en casa para completar la historia. Pero se quedará sin saber qué pinta aquí un barco. Estrategias comerciales.
Ya me perdonaréis mi deriva.
Supongo que este barco es el que compraste, para asegurarte la vuelta,
ResponderEliminarvisto el tiempo en Sigüenza, en todo caso, si no lo tienes que usar,
guardamelo, lo encuentro Fabuloso, pasa regresar de un Encuentro.
El inventor del Honoris causa, y su parienta, son dos MENdas muy
rechulos, como tu solo sabes hacerlos, me gustan, PEPE, la de la ONCE,
supongo, la pobre que de la Cerda, na, de na,.
Pepe después de un Encuentro, tan formidable, se dispensan los Pacharanes que no ingresé, pero que me produce la misma alegría,
al ver tus dibujos, y leerte. Un abrazo, amigo mio.
Excelente muestra de un nomada pintor.
ResponderEliminarAbrazos
Genial, amigo Pepe, especialmente la historia que he leído en tu blog! "Real como la vida misma"!! Y ... No, más claro!!! Joer!!!
ResponderEliminarAllí te contestaré ! Pero agradecerte este "tráiler" que nos acabas de ofrecer por este blog. Por lo que veo, Sigüenza dió para mucho!! Y el viaje a Guadalajara dá para mucho más!! Estuve en Palazuelos, Carabias (tocando a Sigüenza) y en Atienza... donde nació Juan Bravo (el de los Comuneros). No tiene, en principio nada que ver con los Mendoza, aunque su madre se llamara Maria Mendoza. Creo que por esas tierras todos estaban emparentados con esos Mendoza. Fué el que intentó restaurar la corte de Juana la Loca. En fin... pueblos con mucha historia.
Impresionante viaje, el que hicimos con el encuentro y todo lo que ello conlleva! Aparte de excelentes dibujos!!!
Un abrazo, arzobispo!!!.
Fantástico, Pepe. Fuera aparte de la epistolar y epopéyica odisea, qué genialidad, a mí me entusiasman a la par el retrato de la de Éboli y el fantástico manejo y efecto de los blancos sobre mar y navío.
ResponderEliminarAbrazotes gordotes
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ResponderEliminarMuy buenos, Pepe! Abrazos!!!
ResponderEliminarMuy buenos tus trabajos y creo que el barco, con un aura fantasmagórica o fuego de San Telmo, encaje perfectamente con los Mendoza y la Duquesa en los momentos imperiales de la conquista
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