Viendo esa mirada penetrante y felina de tu lince, y cómo resalta entre esa mancha negra, y lo bien que está tu trabajo me han entrado remordimientos al pensar que mi cuaderno de hojas negras sigue in-tac-to... Aissss. Cuando yo digo que me matáis... (cobarde pecadora del cuaderno negro virgen... me confieso, padre Eduardo) jiiii
Con sorpresa, veo que se trata del lindo animal, que tantos años ha servido para vestir señoras ricas, que no por ponerse un abrigo, o chaquetón, de pellejo del pobre gatazo, estaban más ricas. De verdad, al ver el titulo, pensé que sería un autorretrato, pues yo no conozco otro lince, que tú, amigo Eduardo.
Viendo esa mirada penetrante y felina de tu lince, y cómo resalta entre esa mancha negra, y lo bien que está tu trabajo me han entrado remordimientos al pensar que mi cuaderno de hojas negras sigue in-tac-to... Aissss. Cuando yo digo que me matáis... (cobarde pecadora del cuaderno negro virgen... me confieso, padre Eduardo) jiiii
ResponderEliminarAbrazotes
Me recuerda mi gatita... pero con más mala leche!! je,je!
ResponderEliminarMuy hermoso este lince y aunque impone respeto, me gusta su mirada.
Un abrazo.
Con sorpresa, veo que se trata del lindo animal, que tantos años ha servido para vestir
ResponderEliminarseñoras ricas, que no por ponerse un abrigo, o chaquetón, de pellejo del pobre gatazo,
estaban más ricas.
De verdad, al ver el titulo, pensé que sería un autorretrato, pues yo no conozco otro
lince, que tú, amigo Eduardo.
Menudo lince estás hecho tu ultimamente con tus dibujos, aunque las sardinas de otro post tAmbien son estupendas.
ResponderEliminarEn este post y en el anterior nos muestras unos trabajos preciosos.
ResponderEliminarun abrazo
Precioso dibujo Eduardo
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