Un dibujo muy simple y que creí fatal hasta que vi la foto hecha desde un lugar más a la izquierda.
Era en junio en el Port de la Bonaigua. Había hecho calor, fuimos de excursión, con una subida considerable, a la mitad, el autocar nos llevó arriba. Un frio... y la niebla oscura, que parecia se hacia noche, surgia por todas partes.
Mientras los compañeros andaban viendo los telesillas, me aposté en este laguito, residual de la nieve y aquí está. Una casa fantasmal.