Mi amiga Marisa se ha hecho visible hoy mismo.
Nuestra querida Marisa Ortún ha cerrado un hermoso círculo de azar devolviéndome, un año después, otro cuaderno, como un guante: tan a medida como retador, lleno de símbolos que ella y yo compartimos y disfrutamos, porque para ambos "tanto monta, monta tanto, el Nostrum como el Cantábrico"...
Hay sobres que requieren abrecartas, ceremoniosos y nobles,
y el mío es de herencia marinera, africano y viajado.
Y para viaje ¡el que proyecta Marisa! pero eso que lo cuente y dibuje ella en este blog...
Mi cuaderno ha venido como un jardín, pleno de árboles, con esa calidad de estampa, de grabado o sello que tiene Marisa y que me gusta tanto como sorprende, pues éste ha sido, sin saberlo, mi primer dibujo del año:
Estoy encantado con los retratos que he recibido, del literal al simbólico,
feliz con la redundante presencia de Don Alonso Quijano y la enorme compañía
del Arte nuestro de cada día...
...y tan agradecido a Marisa que no diré más, habrá que dibujarlo;
hasta que vuelva al bosque.









