Perdonarme amigos "ladrones" de que acapare este blog, habiendo bajado ayer mismo mi serie de dibujos y aún pendiente de contestar los amables comentarios, pero no lo he podido evitar. Hoy, he salido a dibujar en un barrio alto de Barcelona. Después de finalizado y buscando un nuevo objetivo, oigo el singular "tiroliro" típico de una afilador. Lo busco y siguiendo la procedencia del sonido, me encuentro un original afilador. Hoy, hace tiempo, que al menos en Barcelona, desaparecieron. Lo sigo, a una distancia prudencial esperando se pare y pueda dibujarlo. Finalmente ante un bar de detiene y aprovecho rápidamente para dibujarlo. Cambia de posición su carro y finalmente afila un par de cuchillos que le dieron en el bar.
No hagáis caso del dibujo porque ni tuve tiempo de acabarlo ni pude hacerlo bien. Se da cuenta el propio personaje y algunos clientes del bar. Todos observan lo dibujado
Se marcha y a partir de ahí le sigo.a cierta distancia. Finalmente me acerco y entablamos una buena
conversación-
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Mientras hace sonar su silbato "tirolirolirolá" como reclamo, camina y yo a su lado. Vamos juntos.
Me explica, como ya suponía, que es gallego (su acento lo delataba), que su padre y su abuelo ya tenían este mismo oficio y que el artilugio, herramienta de trabajo, que arrastra ya lo llevaron ellos. Me confirma que ese carrito, tiene más de 200 años y que él, es el único en Barcelona que afila con un aparato similar y el que mejor lo hace (?). Profesional como la copa de un pino! Su competencia, que son muchos, lo hacen con bicicletas adaptadas, motos y hasta en coches. Que él es el mejor y le reclaman de todos los rincones de Barcelona. Y a pesar de todo, que se gana justito la vida porque las cosas están muy "achuchás"
Esta es su herramienta de trabajo: No podía faltar: un paraguas en un lado.
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Le hice esta foto...como veis, de gran profesional!
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Intimamos bastante y me entregó una tarjeta suya, con su foto de hace unos cuantos años (30 ó 40)
Si alguno de vosotros quiere que le afilen sus cuchillos, ya saben, ahí está su teléfono.
Aprovecho para hacer propaganda!
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Le invité a una caña, pero prefirió un orujo en un bar donde ya le conocen. Fui yo quien se tomó la caña. Nos dimos la mano y nos despedimos deseándonos mucha suerte.
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La Salle de Bonanova
Este dibujo que veis abajo es el primero que hice durante este día, antes del encuentro con el afilador. Colegio de la Salle Bonanova. Tuve problemas para que me lo sellasen porque la recepcionista se negó a ello. Insistí, me indicó que hablase con el director del colegio, el cual, tras ver el dibujo y felicitarme me plantó el sello.
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Espero que esta pequeña historia no os haya aburrido.
auténtico reportaje
ResponderEliminarJoshemari enhorabuena por tus excelentes dibujos y gracias por mostrarnos las fotos. Un abrazo.
ResponderEliminarTus retazos de vida transpasan la pantalla, Joshemari. Tanto por las imagenes como por el texto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Juanjose, por tus comentarios.
ResponderEliminarSonia, disfruto mucho no solo dibujando, sino viviendo este tipo de encuentros. Un abrazo.
Gracias Oñera. Cuando explicaba estos retazos de la vida, pensaba en ti. Lo bien que lo habrías relatado tú, con tu verbo lucido.
Me gusta introducirme en todas esas vidas que han pasado o están pasando a la historia, originales. Al menos en Barcelona, hoy son oficios que están siendo relevados por los emigrantes, así como el de limpiabotas, donde tengo un buen amigo que algún día relataré. Le hice un cuadro, que utilizó para hacerse sus tarjetas.
Un abrazo.
Genial, genial, genial. El dibujo, la història, las fotos y tu trabajo de sabueso. De aburrirnos nada de nada.
ResponderEliminarNo paras un momento Joshemari, eso es admirable. Me encantan los artilugios antiguos, veo que a ti tambien. Fantastico. Un saludo.
ResponderEliminarBonitos dibujos y fotos.Hace quince dias paso por aqui un afilador,hace unos cuantos años pasaban mas a menudo,ahora nose ven tan apenas.Me ha hecho gracia la entrada ,porque el señor se paro con su silbato debajo de mi casa ,y a la semana siguiente ,le dije a mi mujer si habia vuelto el afilador otra vez.Sabes quien era?? Mi hembra de LORO GRIS AFRICANO ,que no se le escapa una.Buen reportaje .Un abrazo
ResponderEliminarHola, Joshemari! magnífico reportage, amigo! las fotos también están muy bien, tienes una buena mirada fotográfica. Ya quedan pocos afiladores ambulantes, de los de la flautilla. En Málaga hay uno de los de toda la vida, en el Pasaje de Chinitas.
ResponderEliminarLa tinta de La Salle me gustan un montón, tiene su sello!
Un abrazo, amigo.
Beni.
Ay Teresa, siento no escribirte con la alegría que me dan tus comentarios, porque encina todo ocurrió media hora después! Pero te agradezco esas palabras. Cuídate!
ResponderEliminarUn beso.
Yo temería que me lo robasen, pero él estaba tranquilo. Lo deja delante del bar o donde va a buscar sus cuchillos o tijeras y dice que lo vigila. Hoy, Jose, ese carrito es una pieza de museo y seguro que alguien intentará robárselo. No estaría tan tranquilo.
Gracias. Un abrazo.
Pedro, qué cachondo es tu loro!!! Son muy listos!! Qué gracia me ha hecho esto que cuentas! Ahora cuando vuelva el afilador, si el loro reproduce su sonido, el afilador se mosqueará!! Je, je! Le sacas una foto o lo dibujas. Vale? Estas cosas hay que hacerlas perdurar!
Gracias. Un abrazo.
Beni, que ilusión, cada vez que apareces por este blog. Son pocas, pero sonadas!! No sé si los afiladores que mencionas llevan un carrito o lo hacen con una bici, moto o incluso con coche. Para este personaje que os cuento, la cosa tiene mucha importancia!!
Un fuerte abrazo. La semana que viene volvemos al Monasterio de Pedralbes. Por si te animas...
Buenísimo todo lo que nos enseñas. tus dibujos, tus fotos y la historia que las acompaña. Un disfrute multimedia. Gracias por ponerlo aqui.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Pepe, son pequeñas anécdotas, que como estoy jubilado, puedo pegarme grandes paseos y así conocer gente y cosas interesantes que antes las veía pero no tenía tiempo de apreciarlas.
ResponderEliminarUn abrazo.