Este es el resto de dibujos que hice en mi cuaderno, los dos días de visita al Museo Picasso.
La espera (Margot). Lo dibujé delante del cuadro a lápiz y pinté en casa, porque allí estaba totalmente prohibido usar agua para pintar.
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De entre los dibujos que realizó Picasso cuando aún era muy joven (17 años), me llamó la atención éste, que copié. El color es porque lo realicé con plumas estilográficas con tintas de diferente color. Salí al patio y allí le apliqué el agua con un Pentel (Por lo de la prohibición)
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Y este otro dibujo de bocetos de estudio de técnicas, que Picasso hizo en París 1934. Aguafuerte sobre plancha de cobre estampados sobre papel.
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Uno de los patios del palacete donde se ubica el Museo. Patio interior del antiguo edificio que perteneció a antepasados de mi mujer, que cedieron su uso en 1901 a "los hermanos de la Doctrina Cristiana". Comprada por la CAIXA en 1920 y cedida o donada al Ayuntamiento de Barcelona en 1977.
Este es el patio:
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En cuaderno bcn
Si Picasso levantara la cabeza, serías su alumno
ResponderEliminaraventajado, y con lo cual, a lo mejor te daba la
autorización de ser su copista oficial.
Bellos dibujos, en verdad, y muy detalladamente
realizados, buena mano te guía por el mundo del arte.
Tal como cuentas, si no hubiera sido por el ejemplar
comportamiento de buena parte de la aposentada burguesía
catalana, que con sus dádivas posibilitaron la
conservación de patrimónios tan insignes, no podríamos
gozar de ellos, con nuevos destinos, accesibles a las
clases mas populares, entre ellos se cuenta con esta
impecable instalación del museo, de una de nuestros mas
importántes pintores mundiales. Español y malagueño.
Amigo Ilustre e Ilustre amigo, me conformo con copiar aquello que me atrae. De Picasso o de aquel pintor que me motive hacerlo. Podría ser de ti... por qué no?
ResponderEliminarGracias por esas tan bellas palabras, llenas de emoción.
Ya ves a donde llegan las buenas obras de esta burguesía catalana, de aquellos tiempos. Hoy ya no quedan... Pasaron a los antisistemas o los antisistemas se apoderaron de ellos...
Bueno, al menos nos han dejado (pocos) restos de aquellos palacetes, con entrada de carruajes que hoy podemos admirar y hasta dibujar o pintar.
Los "De Gayá" o todos aquellos que llevan el "de", van pasando a la historia, dejando de pertenecer a la aposentada burguesía y son ahora, de la clase popular. Aún quedan apellidos tan ILUSTRES! Afortunadamente!!
A mí el de Margot me gusta mucho, igual que el de mujer sentada. Son como dos polos opuestos: uno explosión, provocación exultante de color. El otro intimismo, serenidad, recogimiento no exento de tristeza a través del color.
ResponderEliminarNo entiendo este tiquismiquismo en las normas de algunos museos para con los dibujantes, quienes pienso son, con diferencia, visitantes de calidad. Desde luego no se les podrá acusar de no hacer cumplir la normativa. Normativa que, para ser justa, debería contemplar grupos, circunstancias y un márgen de necesarioa elasticidad en su aplicación.
Abrazotes gordotes
Te agradezco infinitamente tus palabras Marga mía. Ya conocías estos dibujos puesto que ya los comentaste en mi blog. Te agradezco, de nuevo, este esfuerzo en volver a contemplarlos y hablar de ellos.
ResponderEliminarUn poco "exagerao" sí que es el no dejar pintar dentro del museo, cuando en la mayoría de los museos suele estar permitido. Bueno, es así.
Pronto iremos a otro museo y allí dudo que lo prohíban. Ya veremos. Al menos dibujar, sí haré, porque al dibujar "entro" en aquellos pensamientos que el autor vivió mientras pintaba. Me doy cuenta de las dificultades con que se encontró... es como si entraras en su interior.
Ese Margot, para mí, es una de las pinturas que más me atraen de Picasso. Es muy del estilo de París en esa época en que él estuvo.
Muchas gracias y recibe un besazo gordo!
Un maestro aprendiendo de otro maestro... ¿que se podía esperar?
ResponderEliminar¡Pues maestría con mayúsculas en el resultado!
Un abrazo, Joshemari.
Gracias amigo y en minúscula te diré que intento aprender de esos maestros.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.