Días para estar en familia, al calor de una chimenea todos aquellos que tienen la suerte de tenerla. Esta es la chimenea de la casa del pueblo donde, aún cuando sea verano y el calor nos achicharre, a mí me encanta meter unos troncos por la noche y mirar el fuego. Me resulta muy relajante. Cuando van quedando ascuas juego con mi hija a adivinar figuras en la luz y efectos que éstas crean. La hice el verano pasado en el moleskine cuando la familia se fue a dormir. Cosa complicada lo de pintar el fuego.Bienvenidos a todos al 2011. Un abrazo, ladrones.
Observar el fuego de una chimenea tiene un encanto especial (aunque con el calor del verano no sé yo...) Pintarlo a la acuarela tiene que ser dificílisimo.
ResponderEliminarUn abrazo, Jose Luis.