Un poco de todo.

Esta vez traigo algunos dibujos en blanco y negro (y gris), estan/ban en distintos cuadernos. Me gusta mucho el blanco y negro, me recuerda a lo antiguo, a viejos tiempos, donde las preocupaciones de la sociedad eran otras, más esenciales que las que vivimos ahora. Además me recuerda a la noche, mi estado del día favorito. Es cuando me inspiro, de madrugada. Es como si mi cerebro estuviese automatizado mientras el sol ocupa el cielo, solo se encarga de resolver ecuaciones, coordinar mis dedos en la calculadora e intentar prestar atención en monólogos eternos de  profesores de universidad. Pero por las noches es distinto. La luna, creo, activa la sensibilidad de cualquiera y es entonces cuando mis sesos se revuelven y ya no forman cerebro, sino formas sinusoidales, como pequeñas rutas por donde viajan las ideas y manda la inspiración, un torrente violento de imágenes invade mi cabeza y me desplomo sobre la mesa para intentar fotografiarlas en papel y lápiz. Nunca logró capturarlas tal cual las imagino, nunca. Es como ese principio de la física cuántica que afirma que no se pueden conocer dos cosas simultáneamente, me pasa lo mismo, o capto la esencia, o capto la forma. Nunca las dos. Le dejo esa tarea a los genios del arte, esos que dan su vida por ello.

Bueno, creo que me extendí demasiado, mejor dejo acá. Pero antes, les pregunto: Cuándo se inspiran hasta los huesos ustedes? Tienen algún momento en especial?

Aquí lo prometido:

 

¡ Saludos !

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