lunes, 3 de abril de 2017

RECOGIENDO VELAS



Gelatos, rotulador blanco y diamantina sobre agenda reciclada 11x15

No sé si a vosotros también os pasa, pero a mí sí. Cada año. Lo de que cuando una cree haber recogido, guardado, y subido al trastero toda la parafernalia decorativa navideña, te encuentras con algún adorno que, pese a tu celo, cuidado, vigilancia y supervisión exhaustivos, se ha quedado por ahí, colgadito, escamoteado cual soldado con uniforme de camuflaje… 


Rotulador calibrado y acuarela sobre agenda reciclada 11x15


Entonces, él, desde ese tirador, estantería o picaporte, te mira socarronamente como diciendo ¿Y qué, vas a subir al trastero, desembalar las cajas para guardarme, o qué? Y una, que no está por la labor, lo guarda en ese cajón del mueble del salón que se usa poco y que garantiza que veré poco al olvidado en cuestión. Y, ciertamente, lo ves tan poco, que sólo recuerdas que está ahí al año siguiente, cuando otro camarada olvidado llega para hacerle compañía.


Rotulador calibrado, acuarela y bolígrafo de gel blanco sobre agenda reciclada 11x15


 
Entonces es cuando todos los olvidados te miran con cara de… “Ya te vale, Marga… Ya está bien… “Y es entonces cuando yo no sé qué cara poner. Y es que tantos años en la misma casa dan para muchos olvidados.  Por muy grande que sea el cajón.

Gelatos, rotulador blanco y diamantina, sobre agenda reciclada 11x15




14 comentarios:

  1. Magníficos ejemplos de tu gran sensibilidad y buen hacer.

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    1. Muchas gracias, buen Jesús. Mis aventuras, como ves, lejos de ser de "amplio espectro" son "de corto recorrido". Pero, ¡ay Señor! yo, igualmente, me lo paso pipa, jiiii...

      Abrazotes

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  2. Pues mira Marga mía, en mi casa, coloqué hace dos Navidades unas luces de esas que se encienden y apagan por toda la pared de la chimenea y ahí quedan. Llevan ya dos años. Mi mujer me recuerda de tanto en tanto que las retire, pero nunca encuentro el tiempo ni el momento. Ya ves! Dirás que soy un descuidado, como ya me lo dicen... pero, el que quiera que las recoja y las vuelva a colocar cuando toque! A mí no me molestan! Ya me suelen mirar las lucecitas y me dicen: Qué? me sacas de aquí? Pues no. Solamente me doy cuenta cuando enciendo el interruptor de unas lámparas y se encienden éstas junto a las demás, todas, dándome la bienvenida... y yo, contento!
    Ah y que no se me olvide con esto de las bombillas... tu dibujo, sí, como siempre con enorme encanto. Muy bien dibujados!
    Un fuerte abrazote!

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    1. Pobre Joshemari mío. Eres un incomprendido: con lo bien iluminado, el ambiente íntimo, acogedor, único, diferente y hasta sugerente que esa guirnaldita tuya otorga a la estancia, jiiiii...
      Me alegra que te hayan gustado los dibuengendretes de mis olvidados navideños. Lucecitas aún no hemos olvidado, mayormente porque, hasta ahora, sólo ponemos en el árbol y eso va todo en el mismo empaquetado, pero quién sabe, yo ya nunca digo nunca jamás, jiiiii...

      Abrazotes gordotes, rey de la luminotecnia ;D)


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  3. Este año no te hará falta subir al trastero... ¡con los adornos recopilados en el cajón ya engalanarás la casa!
    Por cierto: yo tengo en mi estudio todos los días del año unas bolas de Navidad dibujadas por ti.
    Un abrazo, Marga.

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    1. Hey, pues bien visto, no es mala idea, sí señor...
      Aydiosito, si es que yo no sé cómo se escabullen, pero siempre se queda alguno, que el año que no se me olvide ninguno me va a dar hasta mal fario, jiiiii...
      Mil gracias por estar y tenerme cerca, Brad mío...

      Abrazotes bien gordotes


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  4. Que bello es dibujar, los sucesos sencillos de
    a diário, con la carga de sensibilidad, e intimismo,
    que en ti mismo, poseen....
    Las grandes fanfarriadas, las interpreta formidablemente
    BELEN ESTEBAN ... y sus secuaces.. !!!

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    1. Ay, Ilustre, una es un ser limitado -no sólo en tamaño-, que se mueve en un universo pequeño y de "corto recorrido", pero no por ello menos zangolotino y aventurero. Sólo hay que mirarlo con ternura, especiarlo con algo de humor -o una buena dosis de coña marinera- para que el pequeño universo cotidiano se torne en el atractivo -buenorro- George Clooney de los pequeños universos, jiiiii...

      Mil gracias y... ¡Abrazotes gordotes!

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  5. Uno se cree
    que las mató
    el tiempo y la ausencia.
    Pero su tren
    vendió boleto
    de ida y vuelta.

    Son aquellas pequeñas cosas,
    que nos dejó un tiempo de rosas
    en un rincón,
    en un papel
    o en un cajón.

    Como un ladrón
    te acechan detrás de la puerta.
    Te tienen tan
    a su merced
    como hojas muertas
    que el viento arrastra allá o aquí,

    que te sonríen tristes y
    nos hacen que
    lloremos cuando
    nadie nos ve.
    Nadie como Serrat para describir el sentir que me produjo tu post, bravo Marga.
    Abrazo.

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    1. Ay, Carmen, qué bien me entendiste; ahora, leyendo tus palabras a través del gran Serrat, al llegar a esa última estrofa, soy yo la que se seca una furtiva lagrimilla.

      Mil gracias y abrazotes gordotes

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  6. Muy bueno lo que cuentas y cómo lo ilustras.
    Mis gatos se encargan de hacer eso por mi. Siempre aparece alguna bolita o alguna estrella detrás del sofá, debajo de un arcón o en cualquier otro recoveco. Cuando tiran el árbol, cosa que ocurre una o dos veces al menos cada Navidad, para qué te cuento.
    Pero mi problema no son los gatos, en mi afán acumulador. Se compran 30 cajas de Ikea y se van metiendo cosas, se colocan en una estantería y todo parece estar ordenado. Nunca sbes dónde estaba esto o lo otro. COn los libros ogual, entre cinco o seis mil, toda la casa llena de lejas y baldas, estanterías y demás, cuando hac´pia falta algún libro concreto para un trabajo de los nenes, habia que comprarlo otra vez, porque no hay quien lo encuentre entre dobles filas de libros desordenados tras tres mudanzas espeluznantes.
    Eso da la posibilidad de irse de compras sin salir de casa, dedicarse a escarbar en las cajas o en la estanterías y pasar la tarde entre descubrimientos, olvidos y memorias, sorpresas y recuperaciones.

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    1. Pepe, somos carne de Ikea, jiiiii...
      Vivir en un piso tiene, a ese respecto acumulativo, serias limitaciones que, por otra parte, juegan a mi favor en cuanto a mi manía por el orden -la cual convive con esa otra parte de mi dualidad que gusta de la acumulación de aquellas cosas que, subjetivamente, considera interesantes-.
      Nuestro trastero debe ser, con diferencia, el más ilustrado del bloque, ya que su perímetro se ha ido poblando de hermosas librerías blancas, modelo billy, en las que se aloja todo el material lector que sube de casa cuando, al llegar nuevo material, hay que hacerle hueco. Los libros, para más inri se triplican: mis nenas aman tener los mismos en tres lenguas diferentes... Y no hay manera de deshacerse -de manera definitiva- de ninguno. La alarma salta en mi cabeza cuando digo: voy al trastero a por... y mi tropa, al unísino, se presta rauda a hacerlo por mí. Sé entonces, de manera fehaciente, que en mi trastero reina ese caos producido a base de numerososas incursiones de esas que citas, en las que se abren mil cajas, cada una de ellas un universo de tesoros redescubiertos que la prisa, o las ganas de seguir redescubriendo, dejaron en "Stan by" o más bien en eternal procrastinación. Aydiosito, Pepe... ¡Sólo te envidio el gato!


      Abrazotes gordotes. Y mil gracias por este rato tan grato y empático que me has proporcionado.

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  7. Con mucho retraso, MArgarita, te diré que de alguna u otra forma, todos tenemos ese pequeño cajón con esas pequeñas cosas. EN mi caso, cuando me da el "aberrunte", bolsa de basura en mano, liquido el contenido del cajón en 5 minutos, pero misteriosamente, a los pocos días, está lleno de nuevo. SOy una máquina de reponer el caos en tiempo récord. Bromas aparte, me encanta tu forma de ver, sentir, y dibujar las cosas. Estoy cansada de grandes hazañas, grandes personajes que consiguen heroidicidades, todo "ENORME" . COmo SErrat, ya que lo ha nombrado tan oportunamente CArmen, prefiero el tiempo al oro,la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad.......cada loco con su tema. Tus temas me gustan MUCHO. BEsos preciosa.

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    1. Como en la DGT lo importante es llegar, Bella Susana, jiiiii... Y yo que pensaba que la única que... En cajones en general, los que me conciernen a mí, son orden total: "asquerosamente cuadriculados", según mi tropa. Vamos, que ahora que está tan de moda el libro este de Marie Kondo, el de La magia del orden, viene a resultar que sin conocerlo, yo, que debo llevar lo del orden en el adn, llevo años practicándolo. Dice esta mujer en su otro libro, La felicidad después del orden, "Cuando tu habitación esté limpia y despejada, no te quedará más remedio que examinarte (y ordenarte) por dentro". Y mira que creo que lleva razón... Así que quién sabe si esos cajones desastre no sean sino el pequeño reducto para evitar, jiiiii... Todo esto no quita para que, ordenadamente, una, que es una sentimental, guarde cosas de lo más variopintas -y socialmente carentes de valor alguno- comon auténticos tesoros.
      En cuanto a los dibuengendretes, son de corto recorrido, Susana; pequeñas cosas que me encuentran a mí sin yo buscarlas. Esto, sin duda, se debe por una parte a que una tiene un períemtro de acción exterior, muy limitado, y por otra, y yo creo que es la de más peso, a que una es como es, rara del carajo, y tiene predilección por lo que vende poco -o nada- y, mayormente, a que una hace, y dibuja, por encima de todo, lo que le sale de las tripas -y previamente la ha encontrado a una-. Yo admiro a quienes no sólo dibujan grandes cosas, sino que saben venderse y venderlas, pero, evidentemente, yo no soy ellos. Y en mi pequeñísimo mundo estoy tan agustito, jiiiii... Y qué carajo, como decía mi abuela, en la variedad está el gusto... (también decía aquello de lo que hay son lentejas, jiiii... Aydiositoooo :D)

      Abrazotes gordotes y mil gracias, Bella Susana.

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