Tras las fiestas del Pilar, retomo de nuevo el viaje que hice éste verano a Cantabria. Si recordáis me quedé en la primera mitad del primer día. Ver Cuaderno de Viaje: Cantabria (I).
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Después de recorrer los Jardines de Pereda fuimos a visitar la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Construida entre los siglos XIII y XIV, está formada por dos iglesias superpuestas de estilo gótico.
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Después de recorrer los Jardines de Pereda fuimos a visitar la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Construida entre los siglos XIII y XIV, está formada por dos iglesias superpuestas de estilo gótico.
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Me cautivaron muy mucho las figuras que había incrustadas en la fachada de la catedral.
A eso de las 14:30, nos fuimos a comer. Como bien se lee en el dibujo, nos tuvimos que tomar un Eferalgan. Llevábamos un dolor de cabeza tremendo. La tarde estaba amenazante, pero aún con eso nos atrevimos a visitar la Santander marítima. Vimos la Grúa de Piedra, el grupo escultórico de los Raqueros y también el Palacete del Embarcadero.
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Una construcción diseñada por González Riancho, que marca el punto más interior de los muelles y que se ha convertido en sala de exposiciones.
Junto a él, el puesto de Los Reginas. Una empresa que se dedica desde 1967 al transbordo de viajeros y excursiones por la bahía de Santander.
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Estábamos tan cansados y nos quedaba tanto por ver, que no nos lo pensamos dos veces.
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Durante una hora navegamos paralelos a la bahía. Divisamos el Museo Marítimo, la Escuela de Nautica, el Hotel Real y las playas de Bikini. Llamadas así, porque fue en esas playas en donde se vieron por primera vez los bikinis que usaban las jóvenes turistas que venían a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
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Después, nos acercamos a la península de la Magdalena, en donde se alza el majestuoso Palacio que lleva su mismo nombre. Construido por Alfonso XIII, gracias a la donación hecha por el pueblo cántabro, costó en aquellos años, -1908- 700.000 de las antiguas pesetas.
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Seguimos rumbo y alcanzamos las playas del Camello y del Sardinero, llegando posteriormente hasta el Faro Menor en la isla de Mouro. Nuestro destino estaba próximo. Nos estábamos acercando al Faro Mayor. Una vez allí regresamos a puerto.
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Dicen que cuando se viaja acompañado se dibuja poco, pero veo que eso no va contigo. ¡Eres una máquina de dibujar!
ResponderEliminarMuy buen cuaderno, Fernando. Quedo con ganas de ver el segundo día.
Menuda actividad!
ResponderEliminarUnos dibujos preciosos. Combinas a la perfección texto y bocetos. Me gusta mucho Fernando.
un abrazo
Oñera. No lo hago todo en el "inte". Sería la pera. Llevo conmigo una pqueña libreta en el que apunto todo lo que puedo, dibujo o más bien esquematizo y también una camara de fotos. Y luego "Cuando arribo a casa". Monto. Osea hay un antes y un después.
ResponderEliminarSusana. Que decirte. Ya lo dije en Facebook. Me fijo mucho en otros. Eso ayuda mucho
Gracias
Menudo reportaje amigo! Qué barbaridad! Ni siquiera Pereda en sus "peñas arriba" lo contaba mejor! y... encima ilustrado.
ResponderEliminarFernando, cómo consigues dibujar tanto y tan preciso. Me parece a mi que cada dibujo de estos te debe llevar un montón de tiempo. No?
Los textos ya me imagino que los debes poner luego, en casa. Yo también lo suelo hacer.
Bueno, ahora veo la respuesta a mi pregunta en tu contestación a Oñera. Vale! En estos momentos lo entiendo mejor.
Ya dejo lo que te escribí anteriormente.
Son preciosos.
Aunque lo acabes en casa es una panzada de trabajo. Muy interesante tanto las pinturas como los textos.
ResponderEliminarCómo te cunde, amigo Fernando, y qué buenos resultados :)
ResponderEliminarMuchas gracias a todos. Se hace lo que se puede. Al igual que unos dicen que como más se aprende es enseñando, en nuestro caso creo que como más se aprende es dibujando.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos