Andaba la reverendísima madre abadesa, doña Marga, a la caza
y captura del contenedor de gafas perfecto: perfecto cachivache, digno de ser
tuneado, para redondear el oufit del bolso pinturero. Donde guardar unos rotuladores, un pincel de agua, un lapicero... Perfecto para entrar en ese mundo de latas,
fundas, cajas, etc, que roza lo diogénico, en este convento. Perfecto y digno. Digno para mostrar y
compartir en el simposio cachivachero. Perfecto y punto. Punto. Entregada en la
febril búsqueda hallábase cuando topose, en un pequeño y recóndito recoveco de
los entresijos del bargueño, con el archiperre perfecto, con la funda perfecta:
hum… amplia, ancha, profunda, pensó imaginando que ella sería el paraíso
perfecto en el que sus pecadillos pictóricos pasarían desapercibidos. No
obstante, su interior guardaba otro tipo de perdición. Las antiparras solares
perfectas para los venideros días de sol, además del paraíso ocular del alérgico.
Rotulador calibrado y bolis de los chinos sobre agenda reciclada 11x15 |
Otro día será. Será por arcas, arcones, baúles, bancos, bargueños,
cajas, cajones, consolas, jamugas, fraileros, papeleras, paragüeros y hasta zaguaneros
en este convento…
Rotulador calibrado y bolis de color de los chinos |
La madre abadesa se alejó por el claustro recogida,
pensativa, meditabunda, circunspecta (convendría pensar -pensó-, puestos a
ponerse, en algún ungüento; más aún estando, como está, tan perverso don
Lorenzo…)
Alma bendita, eres capaz de transformar esas, tus fundas antiparreras, con tanto gusto que las conviertes en auténticas obras de arte. Sí señora abadesa y si quieres dibujar más, te puedo dejar una colección enorme de esos estuches, sean de nácar, de metal, hasta de oro y de, ya no sé qué material, tengo junto a mi colección de antiparras antiguas. Ya conoces mi inclinación a Diógenes... Seguro que en el convento, debe existir un buen número de ellas y podrás, o utilizarlas para otros fines y, o dibujarlas todas ellas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, esperando digas algo respecto a una salida en el mes de octubre...
Querido en Cristo, ya ves cuan insondables, imprevisibles e intrincados, cuando no sorprendentes, son los caminos del Señor; ya ves que una propone -o se propone- y que Dios dispone: nada de estuche para archiperres ni gaitas pintureras, no. Unas gafas y a corretear, chiquita (muy bien visto lo de chiquita, claro que, por otra parte, poco mérito ha ello tratándose del todopoderoso y omnisapiente Señor). Así, aunque igualmente acabe en el bolso, la funda conserva su destino original, si bien esta pobre hermana ve truncado el que ella para la fundita soñaba. Me consuela al menos que los bolis de los chinos y el rotulador calibrado hayan podido cumplir su cometido. La reciclada no dice nada, no sé si irá para cartuja, pero la sé tan contenta como repleta; no en vano la conozco ya un tiempo ha. Me agrada sobremanera que esta imprevista performance te complazca.
EliminarDebo dejarte ahora, pues el sacrosanto lactocafeinado de vísperas me espera en su palangana y me parecio ver, además, un par de chocolateados muy esponjosos a los que, Dios me libre, quisiera agraviar ignorándolos.
Recibe tú también unos abrazotes, en -y por- la misericordia de sin azotes.
Posdata: De la reunión con todos nuestros hermanos en Sigüenza, que bien me agradaría asistir, aún no os he dicho nada, porque no puedo adelantar: andamos pendientes de que se concreten fechas de celebraciones familiares varias para ese mes y quincena, entre ellos la lectura de la tesis doctoral de Viriato. Todo está muy en el aire, más aún viendo la antelación con la que ha de reservarse la plaza hotelera, pero esperemos a ver. Ojalá.
Cuanta visión existe en las cajas,y cuantos rotulos condensados
ResponderEliminarposeerían sus venerables paredes, y que humedades soprtarían
sus tapas.... QUE LATA !!!!, perfectos cachivaches de punto,
del que se hace en los convencionales conventos, reposaron
en sus espacios, antes que desearon, que entre sus recóndicos recovecos, se instalaran cosa tan profanas, como lápices,
rotuladores, plumas y gomas, alguno de estos materiales
contrarios a la castidad monacal, y a lo dicho una de cal
y otra de arena, para saltar a la arena del dibujeo.
Así las pecaminosas antiparras solares, en el solar vecino
fueron a descansar, mientras la Santa Madre, post baño
palanganolactocafeínico, se alejaba, entre arcones, baules,
cajas, cajones, jamugas fraileros, papeleras paragueros, y
hasta zaguaneros y bragueros, y consolas... consolada y
decidida en busca de dos tarros de ungüento, al super de la
esquina.... Que cosa tan mezquina !!!!
Oye... !!!! para dibujar ... tienes lápices, bolis y rotus!!!!
.
Amadísimo en el Señor, esta que escribe, tan pobre como pecadora, fue inoculada con el virus del desvarío del archiperre cachivachero, probablemente transmitido -de manera accidental- por algunos hermanos, quienes, hallándose ya largamente enfermos, esparcen -por donde pisa- tales y tan desatinadas fiebres. Curiosamente, en los ya enfermos la enfermedad ha hechose normalidad, por lo que andan ellos tan pimpantes como ajenos al daño que ocasionan a los tan ingénuos como débiles e inmunodeficientes hermanos con los que conviven y dialogan en este nuestro convento. El buen Dios ha querdio que no sea esta funda la funda, por esta vez. Confiésole que al principio halleme hundida, pero una es de buen conformar y de mucha resignación; y resignadamente, tras ponerme las coloridad antiparras, la vida, lejos desolada, se ha tornado doradamente tornasolada. Sólo me resta pues, agenciarme, en la botica, algún ungüento para así completar así el asunto y cerrar el divino ciclo, tirando de Lorenzo, con un -recatado- bañador -obviemos triquini, ni hablemos de bikini, por la regla respetar, por pudor, o porque la gravedad me tenga ya las carnes tornándose algo, ejem, colganderas-.
EliminarOtra vez será. Esta reverenda, no siendo estresada, es entregada y cabezuda (por doble partida). Todo llegará.
Quédole reverenciada, y pudorosamente abrazadora,que no abrasadora, menos aún abrasada, que abrasadas están unas verduras de la huerta, menudencias, y unas volanaderas -y pechugonas- aves, -tan doradas...-, que en el refectorio esperan... Sea pues, Amén. Parto a su encuentro (el de ellas, las aves, que otros Encuentros hay, pero ay, pardiez, que de momento no me encuentro, ya ve usted... )
Bueno bueno bueno.....la que se ha liado con los inventos y caprichos de dibujo. Seguiremos avivando este fuego .
ResponderEliminarUn dibujo muy bonito, Margarita.
un besazo
Ya ve, vuecencia, bella hermana Susana, cómo está la fiebre de avanzada, cómo el virus se ha extendido, cómo en la búsqueda del archiperre perfecto, anda el mobiliario de revuelto. Cómo no hay mal que por bien no venga. Cómo habiendo funda, funda no hay, (menos aún, no habiendo funda, fundamento)¡Ay!....
EliminarCómo aprieta el Lorenzo y cómo no hay mal que por bien no venga o llegue, parto pues a buscar ungüento, toalla, bañador y palangana, que no está de más remojarse, pues ello es costumbre sana. Amén.
Quede con dios vuesa merced bella y santa, que yo parto, parece ello mi sino, hacia el recectorio -otra vez-; luego, por dar caminata al cuerpo, pasaré a ver al Sr. Mi-chino.
Hablando de antiparras, fundas y gaitas... ¡tal vez lo mejor para transportar los cachivaches de dibujar sería el saco en el que por aquí llevan los gaiteros su instrumento!Ahí si que caben artilugios!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Marga.
Jiiiii... Pues no es mala idea, pero que respiren tranquilos los gaiteros, pues no es mi caso, Brad mío: por el bien de mi hombro y espalda, los archiperres de dibujeo de campaña, cuaderno incluido, se reducen a la mínima expresión; es decir, los que puedan entrar -en pacífica conviviencia espacial con lo habitual del día a día- en el bolso de diario.
EliminarAbrazotes gordotes
A mi no me queda claro que en el interior de la funda puedan caber los cachivaches de pintar, sobre todo si son tales como los bolígrafos de los chinos y otras hierbas por el estilo. Estos rotuladores y bolis que has utilizado confieren una alta expresividad, volumen y realismo al dibujo.
ResponderEliminarBuen Jesús, acabo de hacer la prueba: Tres bolis, naturalmente del sr. Mi-chino, un rotulador calibrado, un pincel de agua (Derwent) un lápiz de ikea y otro normal, bicolor,-no impcorrupto, sino ya vivido-, una goma de borrar, un par de mini-marcadores (de esos flúor de toda la vida)y una estilografica Lamy abc (que son más pequeñas que las normales, e indicadas para que los nenes y nenas, como yo, aprendamos a escribir con estilográfica. La funda de las gafas la rodeo por fuera con una muñequera de esas de toalla, que hace las veces de trapito limpiador del pincel. Las acuarelas, yo tengo la cajita pequeña de 12 godets de Windsor and Newton, que es una pocholada y muy ligera, van aparte. Todo eso he logrado meter en mi actual funda gafas de sol, que es también de esas duras, pero más rectangular y ancha que la que ves dibujada. Para un diario, teniendo en cuenta que por el bien de mi espalda, en cuanto a dibujeo, no llevo más que lo que pueda caber en mi bolso de diaro, junto a las cosas necesarias del día a día para la mundanal rutina no dibujística, incluyendo en el bolso una libretita o mi reciclada, resulta que sí, ¡que vale!
EliminarAbrazotes gordotes y enfundados...