lunes, 1 de noviembre de 2010

EL CIELO DE LOS GATOS







A mi Marifé la recogí con apenas un mes de vida en un pueblo perdido de Almería, Laroya. Vivimos juntas desde entonces, aguantandonos la mala leche la una a la otra. Ella nunca fué lo que se dice simpática con la gente. Su carácter arisco y cabroncete le limitó socialmente y los pocos que la quisimos un poquito la llevábamos con nosotros a todos lados. Después de seis años de una vida nómada pero creo que agradable, se ha ido para siempre al cielo de los gatos.
Ella no conoció varón. La capamos de chiquinina para que no se escapara. Posiblemente harta de estar siempre de acá para allá (...con lo poco que te gustaba viajar, gorda) ha preferido un sitio estable donde quedarse. Imagino que allí tendrá sofás blanditos para tirarse todo el santo día durmiendo y desperazarse de vez en cuando y un buen saco de pienso para ella solita. Además puede que encuantre su media naranja... algún macho salvaje que soporte su peculiar carácter.
Aquí os dejo algunos de los dibujos que le hice en nuestros tiempos muertos. Tantas horas juntas han dado para dibujar muchas hojas de cuaderno.
De verdad que he querido mucho a este bicho y la voy a echar de menos.
Hasta pronto Marifé.

5 comentarios:

  1. Inma, tu relato me ha emocionado... sí touché! y eso que los gatos me gustan pero no todos, son terriblemente independientes...hacen lo que les da la real gana. Cuando les apetece cariño se restregan en tí, pero cuando el que lo necesita eres tu, si no le va bien en ese momento ni p. caso!
    Tu historia es enternecedora... tranquila, no sufras por él porque ya se habrá rodeado de los suyos. No sé si vives sola o no, pero deduzco que ese gato era una gran compañía para tí. Lo siento. Difíciles los dos, pero os queríais.
    Inma, además de ese relato tus dibujos, no le hacen falta palabras...
    Gracias por haberme hecho pasar un momento tierno.
    Un abrazo.

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  2. Pufff que bonito Inma, me encanta tu relato y tus dibujos. El que más me gusta es el último, el de la mudanza, es muy personal y expresa muy bien el sentimiento de ser un nómada.
    Siento lo de Marifé, aunque tan y como dices esperamos que esté rodeada de los deseos de todo buen gatito.
    Un saludo.

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  3. Lo que menos esperaba al abrir el blog era un relato así, de esos que te impiden tragar saliva con fluidez. No se que decir, solo que siento lo de Marifé.

    Un abrazo.

    Por cierto: los dibujos me gustan mucho (sobre todo el último).

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  4. No hay cariño más incondicional que el que nos regalan los animales (aunque a veces sean un poco independientes).
    No imagino mejor homenaje a esta bella gatita que tu precioso relato y tus bellísimos dibujos.
    Un fuerte abrazo y en el recuerdo, la mejor imagen de esa listísima marifé.

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  5. Hola, Inma, otra vez( acabo de dejar un comentario en tu blog). Realmente emociona tu relato, yo he tenido perross y gatos, y se les coge un cariño especial, aunque los gatos ean más o menos independientes, más o menos ariscos.
    Los dibujos exprean el cariño que tenías por Marifé.
    Un abrazo fuerte, hasta pronto.

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